En el juicio de los atentados de París, "20 minutos" de imágenes y sonidos para comprender el horror
Una abarrotada sala retiene la respiración antes de comprender el horror. Las imágenes y el sonido de la masacre perpetrada en la sala de conciertos Bataclan se apoderaron del juicio de los ataques yihadistas de París de noviembre de 2015.
Los acordes del grupo Eagles of Death Metal resuenan en la inmensa sala de audiencias del Palacio de Justicia de París. En el banquillo, Salah Abdeslam, el único miembro con vida de los comandos yihadistas, mira al suelo.
Entre el público, unos 250 supervivientes y allegados de las víctimas se abrazan, antes de sentarse. Para algunos, es la primera vez que están presentes en el juicio. Otros muchos no habían regresado desde finales de 2021, cuando declararon.
El tribunal aceptó finalmente una reiterada petición de la asociación de víctimas Life for Paris: difundir extractos del audio y fotografías del Bataclan, donde murieron 90 de las 130 personas fallecidas esa noche de horror en París y Saint-Denis.
- "¡Corran, corran, corran!" -
El presidente del tribunal ordena la difusión de las grabaciones en un silencio absoluto. La música y el fervor del concierto se apoderan de la sala, interrumpidos segundos después por el incesante disparo de kaláshnikov.
Los disparos se detienen un momento. Se puede imaginar la incomprensión, antes de que se empiecen a oír gritos de terror y de dolor. A continuación, una nueva y acelerada ráfaga de tiros. Más gritos, más gemidos.
"Segundo extracto", anuncia el presidente Jean-Louis Périès. Un rehén con voz gélida grita: "¡Tienen artefactos explosivos! ¡No vengan aquí, si no lo volarán todo!". El hombre está ahora sentado en la sala de audiencias.
El último fragmento es la banda sonora del asalto final. Entre una algarabía confusa, se escuchan detonaciones, gritos, "somos rehenes", "mi marido está dentro"... A continuación, la evacuación y las órdenes de los rescatistas: "¡Corran, corran, corran!".
El silencio regresa a la sala. "Ahora vamos a proceder a la proyección de algunas fotografías". Una decena de personas abandonan la sala.
Si los testimonios de las víctimas permitieron sentir el horror, el tribunal sólo mostró --de forma inusual para un juicio-- unas pocas fotos de las escenas del crimen: algunas tomas generales de las matanzas en las terrazas de cafés y de las explosiones en las afueras del Estadio de Francia, pero nada del Bataclan.
Durante sus intervenciones, los investigadores usaron fotos de la sala de conciertos, pero renovada.
- "Cuerpos, cuerpos, cuerpos" -
El presidente ordena bajar la luz y con un tono sobrio conduce a la sala por una macabra visita guiada, a lo largo de unas 30 imágenes proyectadas en una gran pantalla: "Vemos la entrada", "allí el foso visto desde otro ángulo"...
Al principio, se ve el suelo repleto de cristales rotos a la entrada del Bataclan, los bolsos abandonados, los regueros de sangre y, después, "los cuerpos, los cuerpos, los cuerpos", como lo había descrito un policía al inicio del juicio en septiembre.
Aquí, hombres y mujeres están amontonados unos encima de otros. Allí, un reloj está iluminado en un brazo sin vida. Se oyen sollozos en la sala. Las luces vuelven a encenderse. Todo habrá durado menos de media hora.
Receso.
"Yo estaba en el foso. El amigo con quien estaba murió en mis brazos. Esta sangre, yo sé a quién pertenece", asegura Marie, en el exterior. Ella quería que "la gente supiera", que viera que "no solo Francia, un 'símbolo', fue atacado". "Sino yo, todos nosotros", agrega.
"Ha durado 20 minutos y ha sido suficiente para darse cuenta del horror", asegura el presidente de Life for Paris, Arthur Dénouveaux, que necesita confrontar sus recuerdos a "algo tangible, real, verificable". Para las partes civiles, será "un antes y un después".
A.Schneider--MP