Violentos programas de telerrealidad cuestionados en Serbia tras tiroteos
Los programas de telerrealidad de Serbia, cuyas estrellas son mafiosos y criminales de guerra, tienen un público cautivo acostumbrado a ver mujeres que son golpeadas, armas de fuego, gritos e insultos.
Estas emisiones han gozado de popularidad durante años, pero ahora enfrentan cuestionamientos tras dos tiroteos masivos que algunos críticos atribuyen a una cultura de la violencia promovida por los medios.
Las discusiones bajo los efectos del alcohol, los chismes y las peleas han sido parte de la telerrealidad en todo el mundo, pero en Serbia el género ha llegado más bajo.
Figuras del bajo mundo, criminales de guerra y personas inestables mentalmente suelen aparecer en series caracterizadas por su violencia gratuita.
En 2021, varios participantes de uno de estos programas observaron cuando un delincuente condenado ahorcó a una mujer inconsciente en la emisión Zadruga, uno de las series de telerrealidad más populares del país.
"Todas los amigos de mi hija saben quiénes son (los participantes) y para ellos son estrellas de televisión, no criminales o agresores de mujeres, simplemente estrellas", comentó Dejan Injac, de 44 años, un residente de Belgrado que se sumó esta semana a las protestas para exigir que esos programas se levantan.
"Quiero que los prohíban, así de simple. Esa gente no puede ser modelos a seguir", agregó.
Injac no está solo.
Decenas de miles de personas han tomado las calles los últimos días para exigir la prohibición de la programación violenta, tras los tiroteos de la semana pasada en los que murieron 17 personas, incluidos ocho alumnos de una escuela de Belgrado.
- Cultura criminal -
Los "reality shows" han sido populares desde hace dos décadas, pero en los últimos años su tono se ha vuelto más violento.
La cultura criminal ha sido constante en Serbia, donde grupos del crimen organizado controlan grandes partes de la economía.
Mafiosos y figuras paramilitares se enriquecieron durante la guerra de los años 1990, forjando un estrecho vínculo entre la riqueza y el crimen organizado a los ojos del público, mientras el resto del país enfrenta dificultades.
La aparición de la telerrealidad llevó a los miembros del bajo mundo criminal a los hogares del público, con sus estilos de vida sórdidos promovidos como entretenimiento.
Se calcula que hasta 60% de la programación en dos de los canales más populares del país ha consistido los últimos años en violentos programas de telerrealidad.
"Tienes una promoción directa de la violencia, el crimen y la misoginia que llegó a las redes sociales y luego a la sociedad en su conjunto", explicó a AFP Savo Manojlovic, un abogado de Belgrado opuesto a estos programas.
"Escogen a los participantes con problemas psicológicos y un pasado criminal, sabiendo exactamente lo que harán", agregó.
- Adoctrinamiento -
Las cadenas de televisiones parecen estar cediendo tras los recientes tiroteos y posteriores protestas.
Pink TV dijo que mantendría Zadruga fuera del aire temporalmente "por nuestra profunda compasión y respeto" hacia las víctimas de los tiroteos.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, se mantuvo desafiante ante los llamados del público, al calificar las protestas como maniobras "políticas" para desacreditar al gobierno.
"Estamos listos para hablar de los programas de telerrealidad (...) Pero ellos quieren mi cabeza. Nunca quisieron otra cosa", declaró Vucic esta semana en una entrevista.
Vucic, cuyos adversarios lo acusan de tener vínculos con figuras criminales serbias, es conocido por su estilo confrontatitvo.
El mandatario y su partido suelen referirse a sus adversarios políticos y críticos en el exterior como "escoria", "ladrones" y "pedófilos".
"La violencia se ha vuelto una forma dominante de comunicación en Serbia, no solo en la telerrealidad. Estamos expuestos a mensajes políticos constantes de que los adversarios deben ser destruidos", apuntó Miklos Biro, un profesor retirado de psicología.
Jelena Djordjevic, profesora de la Universidad de Belgrado, considera que los programas de telerrealidad en los canales progubernamentales calzan con el actual clima político, en el que la agresión es recompensada.
"Es una forma brutal de adoctrinamiento que transmiten quienes están en el poder", dijo.
J.P.Hofmann--MP