Dior invoca a las diosas del Olimpo, Iris Van Herpen a mariposas en una tela
La casa Dior invocó a las diosas del Olimpo griego este lunes en la primera jornada de la Semana de la Alta Costura parisina, con túnicas blancas de una simplicidad extrema, anudadas a la cintura, y sandalias de talón plano atadas hasta la rodilla.
A un mes de la inauguración de los Juegos Olímpicos, la diseñadora Maria Grazia Chiuri le puso un ligero toque deportivo a la colección, pero sin descuidar la elegancia, la armonía de los colores.
Los colores estridentes los ponía la artista y militante afroamericana Faith Ringgold, fallecida en abril.
Sus enormes colchas con mujeres que juegan a tenis, nadan o bailan, decoraban el lugar del desfile, en los jardines del Museo Rodin.
Para dar el efecto de estatua clásica, Chiuri explicó que trabajó el pliegue a la altura de los hombros.
Muchas espaldas desnudas en esta colección otoño invierno 24-25, que a veces dejaba vislumbrar tops plateados, como si la modelo regresara de la piscina, el pelo de aspecto mojado y peinado hacia atrás.
También había espacio para los vestidos negros de gala, y para bodies que dejaban traslucir las varillas.
Previamente, Schiaparelli abrió el baile de desfiles con vestidos de terciopelo negro, crepé rojo y siluetas cinematográficas.
Los vestidos se ajustan totalmente al cuerpo, los escotes son vertiginosos.
Después del éxito de una exposición que le fue consagrada hace unos meses en París, la holandesa Iris Van Herpen optó por su parte por una presentación estática de vestidos que al mismo tiempo eran casi obras de arte, puesto que las modelos aparecían "colgadas" de cuadros.
El efecto era como contemplar mariposas que efectuaban gráciles movimientos de danza atrapadas en una tela.
E.Schmitt--MP