El responsable del organismo de control de objetivos climáticos empresariales dimite tras una polémica
El responsable del principal verificador mundial de objetivos climáticos corporativos, el brasileño Luiz Amaral, renunció tras demandas del personal, descontento a causa de ciertos cambios de estrategia del organismo.
Amaral, un experto en sistemas de auditoría medioambiental, indicó el martes por la noche que dejará su cargo como director ejecutivo de la Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi) a fin de mes por "razones personales".
El SBTi anunció en abril que consideraría permitir a las empresas que se someten a sus controles el uso de créditos de carbono para compensar la contaminación a lo largo de toda su cadena de suministro.
Los créditos de carbono son generados por proyectos que reducen o evitan emisiones, por ejemplo iniciativas de energía renovable, o la plantación de árboles.
Los críticos consideran que las empresas que compran esos créditos pueden así seguir contaminando.
La decisión del SBTi representó un cambio en su postura sobre el uso limitado de estos mecanismos de compensación, lo que provocó llamados inmediatos del personal para que Amaral y la junta directiva renunciaran.
El comunicado de Amaral no hizo referencia a la controversia, pero mencionó razones personales que "requieren toda mi atención en este momento".
La directora legal principal del grupo, Susan Jenny Ehr, asumirá temporalmente sus funciones.
El SBTi es un organismo que colabora con la ONU, y recibe ayuda financiera del Bezos Earth Fund y la Fundación IKEA.
Las verificaciones del SBTi permiten a las empresas afirmar que sus planes climáticos están alineados con la ciencia y los objetivos del acuerdo de París para limitar el calentamiento global.
Según Amaral, la organización ha verificado los objetivos climáticos de más de 5.500 empresas.
Hasta ahora la organización tenía una visión restrictiva sobre los créditos de carbono y exigía primero que las empresas tomaran medidas para reducir sus emisiones y solo luego recurrieran a compensaciones para las emisiones restantes más difíciles de reducir.
En abril decidió relajar esas reglas y extender la posibilidad de créditos carbono a toda la cadena de producción.
El personal acusó en una carta abierta a la dirección de ignorar los consejos científicos y de los expertos internos de la organización.
Más de 80 grupos de la sociedad civil, incluidos Greenpeace y Amnistía Internacional, pidieron públicamente a SBTi que descartara el uso de créditos de carbono.
E.Schmitt--MP