La inflación de la eurozona sigue pulverizando récords y alcanzó un 10% en septiembre
La tasa de inflación de la eurozona sigue pulverizando sus propios récords y alcanzó un 10% en septiembre, aún impulsada por los fuertes aumentos en la energía, una tendencia que pone los ojos de todos sobre el Banco Central Europeo.
La agencia europea de estadística Eurostat indicó este viernes que la inflación de dos dígitos en septiembre es el nivel más elevado de toda la serie histórica del indicador, que se remonta a 25 años atrás, en enero de 1997.
La variación de precios al consumidor había alcanzado un 9,1,% en agosto para los 19 países que utilizan la moneda única europea.
A inicios de septiembre, el Banco Central Europeo (BCE) había acelerado el endurecimiento de su política monetaria con un alza de 0,75 punto porcentual en sus tasas de referencia, precisamente para tratar de controlar la inflación.
Durante ocho años, las tasas de depósito se mantuvieron en terreno negativo, una situación excepcional, que buscaba incitar a los bancos de la zona euro a colocar su liquidez en proyectos productivos en lugar de retenerla en las arcas del BCE.
Sin embargo, la crisis energética agravada de forma dramática por la guerra en Ucrania y sus efectos en materia de seguridad alimentaria mantuvieron su presión sobre los precios al consumidor, y la inflación sigue su marcha imperturbable.
De acuerdo con Eurostat, en septiembre, el sector de energía experimentó un aumento de 40,8%; el mes anterior había sido de 38,6%, siendo el principal vector de la inflación general.
El sector de los alimentos (que se mide en conjunto con el alcohol y el tabaco) experimentó un reajuste de 11,8% en septiembre, sobre un aumento de 10,6% en agosto.
Los dos otros renglones del índice también experimentaron aumentos: los bienes industriales no energéticos aumentaron 5,6% (5,1% en agosto) y los servicios se elevaron un 4,3% (3,8% en agosto).
Entre las principales economías europeas, Alemania experimentó en septiembre una inflación de 10,9%, que en Francia fue de 6,2% y en Italia de 9,5%. España registró una inflación de 9,3%, de acuerdo con Eurostat.
Los países que más preocupan, según Eurostat, son los bálticos: Estonia tuvo una inflación de 24,2% en septiembre, Lituania registró 22,5% y Letonia 22,4%.
- Ojos sobre el BCE -
Bert Colijn, economista del banco ING, destacó que "la crisis energética continúa elevando los precios en todos los ámbitos" y añadió que "si bien los precios de la energía tienen un gran impacto, los alimentos y la inflación subyacente también aumentaron".
En la opinión de Colijn, el salto del 9,1% de agosto al 10% de septiembre tuvo una "base más ancha de lo esperado" y ahora pone las expectativas sobre la reunión del BCE prevista para octubre.
El BCE, agregó, parece ver en el escenario una "inflación impulsada por la demanda, aunque los números sugieren que ello puede aplicarse únicamente a "sectores que aún se benefician de la recuperación de la demanda posterior a la pandemia".
En su visión, "la mayor parte de la inflación subyacente más alta aún proviene de los efectos de segunda ronda de la crisis energética, lo que está respaldado por el hecho de que las empresas más dependientes de la energía han indicado que aumentarán los precios en los próximos meses".
A raíz de este escenario, Jessica Hinds, experta de la consultora Capital Economics, expresó su expectativa de que el BCE aumente en octubre las tasas en otros 0,75 puntos porcentuales, "hasta un 1,5% como mínimo".
"A pesar de los riesgos de una recesión, no descartamos un aumento todavía mayor. Creemos que las tasas de referencia para depósitos alcanzarán el 2% antes del fin de año", apuntó.
"Proyectamos que la inflación crecerá todavía más en los próximo meses", dijo la especialista de Capital Economics.
S.Schuster--MP