Bulgaria vuelve a votar con la angustia del aumento de precios
Los búlgaros votaban este domingo por cuarta vez en un año y medio para elegir un nuevo parlamento al término de una campaña electoral marcada por la alta inflación, la corrupción y la guerra en Ucrania.
Los centros electorales abrieron a las 07H00 (04H00 GMT) y cerrarán a las 20H00, tras lo cual se conocerán las primeras encuestas en boca de urna.
La corrupción dominó los últimos debates legislativos, pero la inseguridad económica estuvo omnipresente en la campaña, con una inflación cercana al 20% en este país balcánico, el más pobre de la Unión Europea.
"Son los precios lo que preocupa a los votantes, mucho más que las cuestiones geoestratégicas que agitan a los partidos", explicó a AFP Antony Todorov, de la Nueva Universidad Búlgara.
Los sondeos apuntan a un "miedo al invierno", por el riesgo de caer en la miseria por el encarecimiento de la calefacción y los alimentos.
En este clima de zozobra, el exprimer ministro Boiko Borissov, de 63 años, sale bien parado: los sondeos sitúan a su partido conservador Gerb en primer lugar con 25% de las intenciones de voto.
Con la experiencia de una década en el poder, el viernes prometió en su último mitin de campaña, en Plovdiv (sur), superar el "caos" y "trabajar por la estabilidad del país".
- "Mucho trabajo" -
Pese a estar nueve puntos atrás en las encuestas, su rival centrista Kiril Petkov quiere creer y "continuar el cambio", el nombre de su partido.
Este exempresario de 42 años con estudios en Harvard, quien dejó la escena política búlgara el año pasado, gobernó durante solo siete meses antes de ser derrocado por una moción de censura.
En una entrevista con la AFP, se elogió a sí mismo por haber enfrentado las "prácticas corruptas", su caballo de batalla, para redistribuir el dinero a los jóvenes y jubilados, aunque dijo que "queda mucho trabajo".
"El reto consiste en elegir entre una Bulgaria europea, progresista y transparente, y un regreso a los años de corrupción política", resumió en su último mensaje a los votantes.
Descartó firmemente una alianza con Borissov, su enemigo jurado, lo que plantea el espectro de más inestabilidad política, sin precedentes desde el fin del comunismo en 1989.
- Aliados prorrusos -
El candidato de Gerb tampoco parece interesado en una alianza con su rival. "No creo que vuelvan al poder, están demasiado aislados", dijo Todorov. "La situación es crítica, Bulgaria necesita un gobierno, pero no a cualquier precio", afirmó.
Para el politólogo Georgi Kiriakov, Borissov podría aliarse con el partido de la minoría turca MDL y la formación Vazrajdane (Renacimiento), ultranacionalista y cercana al Kremlin, cuyo "comportamiento será decisivo".
Con 11% a 14% de las intenciones de voto, Vazrajdane se ha fortalecido desde el lanzamiento de la ofensiva rusa, en un país con fuertes lazos históricos, económicos y culturales con Moscú.
Mientras tanto, la serie de crisis políticas en Bulgaria bloquea las reformas, frena el crecimiento y acelera el éxodo de jóvenes de un país que ya ha perdido una décima parte de su población en una década.
Por no hablar del costo de una elección tras otra: "Hemos gastado mil millones en las elecciones, tanto como cuatro estadios de fútbol", expresó Borissov el viernes.
C.Maier--MP