Lágrimas e indignación en el juicio del drama ferroviario que dejó 80 muertos en España
Nueve años después del accidente de tren de Santiago de Compostela, que dejó 80 muertos, la justicia española comenzó a analizar este miércoles en un clima tenso los fallos que llevaron al peor drama ferroviario en España desde 1944.
Llegados muy temprano en pequeños grupos, con el rostro serio y algunos sin poder contener las lágrimas, los familiares de las víctimas se instalaron en una sala de la Ciudad de la Cultura de la capital de Galicia (noroeste), transformada excepcionalmente en tribunal para acoger a la gran cantidad de partes presentes.
"Nos sentimos cansados, tristes y con rabia, con ganas de que se cierre todo este periodo, esta pesadilla. Esperamos una reparación, que se sepa por fin todo lo que se hizo mal", explicó a AFP María Ángeles Prado, que perdió a su hija de 21 años y a su sobrina en el accidente.
"Iban a ver unos fuegos [artificiales]. Le dije a mi hija: 'vete en tren, no tomes el coche', pensando que era más seguro", cuenta esta mujer sexagenaria con la voz entrecortada, aludiendo a un "proceso de luto muy difícil", lleno de "angustia" y un "dolor insoportable".
"Si el maquinista hubiera hecho bien su trabajo, mi hija y su prima estarían vivas, eso es indiscutible. Pero se podía haber mareado, le podía haber dado una indisposición", indica. "No puedes poner un tren de alta velocidad con 300 personas dentro a cargo de un solo señor", denuncia.
- "Negligencia" -
El 24 de julio de 2013, el tren de alta velocidad Alvia 04155 procedente de Madrid descarriló brutalmente poco antes de llegar a Santiago de Compostela, estrellándose contra un muro de hormigón a cuatro kilómetros de la ciudad.
El accidente causó la muerte de 80 personas, entre ellos 68 españoles, además de varios europeos, latinoamericanos y norteamericanos. El siniestro -que se produjo en la víspera de la festividad del Apóstol Santiago, que reúne cada año a miles de peregrinos católicos en esta ciudad de Galicia-, dejó además 140 heridos.
La investigación no tardó en revelar que el tren circulaba a una velocidad excesiva: el vehículo de Renfe, la compañía ferroviaria española, iba a 179 km/h en el momento de impacto, muy por encima de los 80 km/h marcados como límite para aquel tramo.
El maquinista, Francisco Garzón, que estaba hablando por teléfono con el interventor del tren justo antes del accidente, incurrió en una "imprudencia" y "negligencia", según estimaron los magistrados instructores. Abatido, este hombre de 52 años entonces pidió "perdón" a las víctimas un año después de la tragedia.
Junto a él será juzgado Andrés Cortabitarte, antiguo director de seguridad en la circulación de Adif -la gestora de la red ferroviaria española-, acusado de no haber realizado un estudio de riesgos en la curva del siniestro, que no contaba con sistemas de señalización, alerta o freno automático.
La Fiscalía solicita cuatro años de prisión para cada uno, acusados de homicidio por imprudencia profesional grave. En total, más de 600 testigos y expertos deben pasar ante el tribunal durante el proceso, programado hasta el 10 de febrero.
- Insultos -
El abogado de Francisco Garzón, Manuel Prieto, pidió al tribunal que no depositara toda la responsabilidad del descarrilamiento sobre su cliente, quien permaneció en silencio en el banquillo de los acusados, "preocupado" y "nervioso", según su letrado.
"Todos los humanos cometemos errores, pero la falta de medidas [de seguridad] es la que permite que el error humano se convierta en un accidente así", aseguró el letrado fuera de la sala de audiencias.
Un mensaje compartido por Jesús Domínguez, portavoz de la Plataforma de Víctimas Alvia 04155, que denuncia desde hace años las "negligencias" del Estado y la "lentitud" de la justicia española, acusada de haber dejado de lado la cuestión de las responsabilidades políticas.
"Tenemos una sensación agridulce porque [el juicio] llega una década después, y no habrá justicia para algunas personas que lamentablemente han fallecido", aseguró subrayando que hasta el momento "solo el maquinista pidió perdón" a las víctimas.
Muestra de la indignación acumulada durante estos nueve años, el exresponsable de Adif, Andrés Cortabitarte, recibió numerosos insultos de los familiares tras la primera jornada de audiencias, siendo incluso golpeado por una persona a la salida del tribunal.
E.Schmitt--MP