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La escasez energética tan temida en Europa es una rutina en Irak
La escasez energética tan temida en Europa es una rutina en Irak / Foto: Sabah ARAR - AFP

La escasez energética tan temida en Europa es una rutina en Irak

Mohamed Yabr lleva décadas conviviendo con la precariedad energética que tanto se teme en Europa este invierno. En un Irak castigado por los conflictos, los apagones y el suministro inestable son parte del día a día de la población.

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A pesar de su riqueza petrolífera, hace más de 20 años que generadores y grupos electrógenos privados retumban en las calles de Irak entre cuatro y diez horas diarias como alternativa a las carencias de la red nacional.

"Sin los generadores, todo Irak estaría a oscuras", resume Yabr, un jubilado de 62 años, en su apartamento del humilde barrio de Ciudad Sadr en Bagdad.

"Nos aportan electricidad para la televisión, el refrigerador, un ventilador", dice este antiguo contable de la administración pública, que paga 50 dólares mensuales por este servicio.

Precariedad o sobriedad energética, cortes o escasez de electricidad: con la guerra de Ucrania, la subida de precios y la caída del suministro ruso, los europeos se preparan para una situación excepcional para ellos.

Además de reducir el alumbrado público, las autoridades invitan a los particulares a limitar su consumo, reduciendo la calefacción o la temperatura de cocción por ejemplo.

Para los 42 millones de iraquíes, estos comportamientos ya son un hábito a pesar de la riqueza petrolífera del país, lastrado por guerras y corrupción.

Los abonos a los generadores privados no siempre permiten hacer funcionar toda la casa.

"Según el abono, un cliente puede verse obligado a apagar el refrigerador para poder hacer funcionar el climatizador", explica Jaled al Shablawi, que trabaja desde hace 13 años para un servicio de generadores que alimenta 170 hogares.

- "Casas a oscuras" -

"En nuestros barrios, en caso de problema técnico, el sector puede estar uno o dos días sin electricidad, el tiempo que tarde en repararse", dice Yabr.

Recuerda perfectamente que después de la invasión estadounidense que derrocó a Sadam Husein en 2003, "las casas se quedaron a oscuras". Los bombardeos dañaron las infraestructuras del sector eléctrico, ya inestables desde la guerra del Golfo de 1991.

"Teníamos corriente dos o tres horas (al día) solamente", recuerda. "La gente tenía generadores individuales. Compraban carburante y esto funcionaba durante uno o dos días", añade.

La llegada del otoño ha hecho que los cortes sean ahora menos frecuentes. En verano, con temperaturas superiores a 50 grados, el uso de generadores aumentó, al igual que los precios de los abonos.

Para solucionar esta escasez, que provocó manifestaciones esporádicas en 2021, Irak busca diversificar el suministro de gas y electricidad, muy dependiente de Irán, y aumentar su producción propia.

- "Sumas astronómicas" -

Actualmente Irak produce más de 24.000 megavatios diarios, según el portavoz del ministerio de Electricidad, Ahmed Mousa. Un nivel "nunca alcanzado antes", asegura.

Pero para evitar los cortes, deberían superarse los 32.000 megavatios, reconoce.

Mientras eso no ocurra, en el periodo estival el suministro de electricidad pública puede oscilar de 14 a 20 horas diarias, en función de la región, dice el funcionario.

En una avenida de Ciudad Sadr se suceden los grupos de electrógenos privados, con sus grandes motores y sus tanques de carburante, escondidos detrás de una valla prefabricada. Uno de ellos alimenta 300 hogares y 300 comercios.

Trepando por los postes, los cables eléctricos recorren todo el barrio.

Propietario de un colegio privado que cuenta con unos 300 alumnos, Ali al Aarayi, de 58 años, lamenta las "sumas astronómicas" desembolsadas para el generador de su establecimiento, unos 600 dólares al mes.

"La electricidad es un programa eterno para los iraquíes", afirma el docente, que culpa a la "ocupación estadounidense".

Aunque "los iraquíes son capaces de soportar esta situación desde hace tres décadas", no tiene tan claro que los europeos puedan hacer lo mismo.

"La fuente de la prosperidad económica es la energía. Europa está desestabilizada", asegura. "Esto afectará su economía, su industria, su comercio. Van a retroceder".

A.Schneider--MP