La inflación frena en España, pero también el crecimiento
La inflación en España se moderó por tercer mes consecutivo en un contexto mundial de alza de precios, pero el Producto Interior Bruto no escapó a un frenazo, preludio, según algunas previsiones, de una recesión técnica que el gobierno descarta.
La inflación cayó en octubre en España para situarse en el 7,3% interanual, gracias al descenso de los precios de la energía, según una primera estimación publicada este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Simultáneamente, la economía española creció un 0,2% en el tercer trimestre del año, también según el INE, un claro descenso respecto al crecimiento del 1,5% alcanzado en el segundo trimestre.
La inflación del tercer trimestre es 1,6 puntos inferior al nivel del mes de septiembre (8,9%) y 3,5 puntos menor a la registrada en julio (10,8%), que supuso un récord que no se alcanzaba desde hace casi 38 años, según el organismo público español.
La ralentización del mes de octubre "es debida, principalmente, a la bajada de los precios de la electricidad", que habían subido con fuerza hace justo un año, así como a los del gas, subraya el INE en un comunicado.
El índice de precios al consumo armonizado (IPCA), que permite las comparaciones con otros países de la zona euro, se estableció también en el 7,3%, lo que supone 1,7 puntos por debajo del nivel de septiembre (9%).
La inflación subyacente -que no tiene en cuenta algunos precios como los de la energía y que se corrige con variaciones estacionales- se mantuvo de su lado estable, al 6,2%.
El gobierno del socialista Pedro Sánchez ha multiplicado estos últimos meses los planes de ayuda para tratar de contener la inflación.
Especialmente, España obtuvo junto a Portugal la autorización de la Unión Europea para salir del sistema tarifario energético europeo y poner un tope al precio de la electricidad, separándolo del precio del gas.
- Gobierno descarta recesión -
El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,2% es ligeramente superior a la previsión del Banco de España, que esperaba un 0,1%.
El frenazo, esperado por todos los organismos económicos, se explica por los malos resultados en el sector inmobiliario, donde la actividad se contrajo un 2,5%, y en la construcción, donde cayó un 0,1%.
El conflicto iniciado con la invasión rusa en febrero, provoca "distorsiones muy significativas y de diversa naturaleza (sobre los mercados energéticos, el comercio internacional, la evolución de los precios, los flujos migratorios, etc.) que inciden desde marzo de este año", explicó el INE.
"La economía española, en este contexto de extraordinaria incertidumbre en el que desarrolla su actividad, está creciendo y continúa creando empleo", sostuvo Pedro Sánchez el jueves.
"La economía española está mucho mejor preparada que hace años para poder afrontar todas estas turbulencias derivadas de la guerra", añadió.
Sin embargo, se espera que el país, como todos sus vecinos, pase un invierno complicado en el frente económico.
El organismo de control de las cuentas públicas Airef prevé una contracción del producto interior bruto español en el último trimestre de 2022 y el primero de 2023, lo que situaría a España en una recesión técnica.
"Los indicadores económicos no apuntan a esta situación" de recesión técnica, descartó la ministra de Economía, Nadia Calviño, en una entrevista en Telecinco.
Según Madrid, el PIB español debería aumentar un 4,4% este año, debido al impulso acumulado en los últimos trimestres. Sin embargo, el crecimiento debería caer al 2,1% el próximo año, en lugar del 3,5% previsto inicialmente.
Esta previsión es considerada optimista por la mayoría de los organismos económicos.
España, que vio caer su PIB un 10,8% en 2020, debido al impacto de las restricciones sanitarias en su economía, muy orientada al turismo, no debería volver a su nivel anterior a la crisis antes del primer trimestre de 2024, según el FMI.
K.Lang--MP