Desde su aparición, el género Homo ha vivido una evolución demográfica irregular
Desde el surgimiento del género Homo hasta los muy pronto 8.000 millones de personas, la población humana ha vivido dos grandes periodos de crecimiento con algunos quiebres vinculados principalmente con las pandemias.
- La emergencia del género Homo -
Los más antiguos fósiles del género Homo, que congrega al Homo sapiens y las especies emparentadas, datan de hace 2,8 millones de años.
Aunque las estimaciones sobre el número de humanos en la Tierra son muy inciertas hasta el siglo XIX, ya que resultan de diferentes evaluaciones, las tendencias generales son válidas, según el Instituto Nacional de Estudios Demográficos (INED) de Francia.
Al inicio, el modo de vida humana esta basado en la caza, la pesca y la recolección. Son nómadas y tienen por tanto pocos hijos.
Además, "se necesitan unos 10 km2 para alimentar a un cazador recolector", explica a la AFP Hervé Le-Bras, director de estudios en el EHESS (Escuela de altos estudios de Ciencias Sociales) y director emérito de investigaciones en el INED.
La población aumenta, pero a lo largo de enormes períodos de tiempo.
- La revolución neolítica -
El inicio del Neolítico, unos 10.000 años antes de nuestra era, supone la introducción de la agricultura y del sedentarismo, y se traduce por un importante crecimiento demográfico.
"Se pudo alimentar a los bebés con papillas, lo que aceleró su destete, y redujo así los intervalos entre los nacimientos, aumentando el número de hijos por mujer", explica Hervé Le-Bras.
Pero rápidamente las poblaciones domestican animales, con lo que llegan nuevas enfermedades, aumentando la mortalidad.
En este período, la esperanza de vida se mantuvo igual a largo plazo. Con una enorme mortalidad infantil: un tercio de la población moría antes de cumplir un año, y otro tercio entre 1 y 18 años.
"Hubo una enorme mortalidad pero igualmente un 'baby-boom' permanente", resume Eric Crubezy, investigador del Centro de Antropología de Toulouse.
De ser unos seis millones de individuos a los 10.000 años antes de nuestra era, la población habría pasado a 100 millones en -2.000, y luego a 250 millones en el primer siglo de nuestra era, según cifras del INED publicadas en 2003.
- El paréntesis de la peste negra -
En este contexto de crecimiento, la peste negra constituye un corto paréntesis. Esa pandemia, que se originó en Asia central, en el actual Kirguistán, llega a Europa en 1346 por la cuenca mediterránea a través de los barcos que transportan mercancías desde el mar Negro. En ocho años, mata a 60% de la población de Europa, Medio Oriente y África del Norte.
Debido sobre todo a la peste negra, la población mundial baja entre 1300 y 1400, de 429 a 374 millones. Pero ese descenso "fue compensado en las décadas siguientes", según Hervé Le-Bras.
Otros episodios, como la peste de Justiniano, que golpeó la cuenca mediterránea durante dos siglos (541-767), o las grandes invasiones de la Edad Media, redujeron puntualmente la población mundial.
- Gran aceleración desde 1800 -
A partir del siglo XIX, los países conocen un crecimiento de la población jamás registrado. "Éramos 1.000 millones de seres humanos en 1800 (es una estimación) y vamos a llegar pronto a los 8.000 millones", recalca Crubezy.
"Un aumento muy importante debido a la generalización de las vacunas", en especial contra la muy letal viruela, y la consecuente baja de la mortalidad infantil, agrega.
A las vacunas se añaden los progresos de la agricultura, de la medicina (anestesia, sulfamidas, antibióticos) y de la salud en general.
Progresivamente, se produce una regulación social: las familias disminuyen espontáneamente el número de hijos.
Pero en los años 1970-80, llegan los tratamientos cardiovasculares y disminuyen la mortalidad de los más de 60 años, "una revolución en la historia de la humanidad", según Crubezy.
Por ello, en poco más de 200 años, la población se ha multiplicado por ocho.
T.Gruber--MP