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Hombres y cañones para defender a toda costa la ciudad ucraniana de Bajmut
Hombres y cañones para defender a toda costa la ciudad ucraniana de Bajmut / Foto: Aris Messinis - AFP

Hombres y cañones para defender a toda costa la ciudad ucraniana de Bajmut

Soldados ucranianos, con rostros tensos y sonrisas forzadas, se preparan para defender, desde las trincheras en el frente de batalla, la ciudad de Bajmut, epicentro de encarnizados combates desde hace meses contra las fuerzas rusas, en el este de Ucrania.

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El grupo de unos 10 combatientes, de entre 25 y 52 años, espera la llegada de un vehículo de transporte de tropas a Chasiv Yar, localidad situada a cinco kilómetros al oeste de Bajmut.

Todavía no saben dónde exactamente serán desplegados, ni por cuánto tiempo, pero será al menos por 24 horas. "No sabemos adónde vamos, es confidencial. Somos infantería. Es una cuestión de seguridad", explica a la AFP el francotirador del grupo, apodado "Kit".

Están equipados con fusiles kaláshnikov, lanzacohetes antitanque RPG7 clásicos, pero también con AT4 suecos, más modernos y desechables después de su uso.

En su equipaje también llevan palas grandes, bolsas de dormir, alfombrillas, latas de conservas, agua, zumos y bebidas energéticas.

Los soldados pegan en sus cascos y la parte superior de su brazo derecho bandas de cinta adhesiva de color verde --señal de reconocimiento-- y luego suben al vehículo blindado.

El conductor, Sergi, de 34 años, conduce regularmente a los soldados al frente y se lleva a los que son relevados. "Es duro, duro", dice sobre los combates en Bajmut.

Los soldados ucranianos "están motivados, pero cansados (...) Desde hace dos meses todos los días nieva o llueve. Está lleno de fango. Pero siguen luchando", añade.

Esta semana, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ordenó a su ejército reforzar la defensa de Bajmut. El grupo paramilitar ruso Wagner asegura que tomó el control de la parte oriental de la ciudad.

Chasiv Yar, primera ciudad al oeste de Bajmut y que contaba con 14.000 habitantes antes de la guerra, sufre constantemente ataques rusos. En su parte oriental, cerca del frente, ninguna de las ventanas de los grandes edificios de departamentos tiene vidrios enteros.

Los disparos de la artillería ucraniana, estacionada alrededor y dentro de la ciudad, no cesan.

Los pocos habitantes que todavía viven allí avanzan como sombras por calles llenas de barro por las lluvias recientes.

- Verdadero infierno -

Regresando del frente o yendo a él, imponentes tanques soviéticos T80 atraviesan regularmente la localidad. También se ven vehículos modernos suministrados por las potencias occidentales, como los grandes todoterreno para transporte de tropas, venidos de Turquía, o los imponentes Humvee estadounidenses.

Las ambulancias van y vienen. En una de ellas hay dos médicos en uniforme y una bolsa de plástico negra que contiene el cuerpo de un soldado. "Evacuamos a los heridos y también los cuerpos de los muertos", explican a la AFP.

"Es muy duro ver a jóvenes morir, espero que no sea en vano (...) Merecen ser enterrados como seres humanos, no en un campo. Deben ser enterrados donde está su casa", añade uno de ellos.

Afirman que las tropas rusas a menudo intentan atacar ambulancias. "Es peligroso cuando eres nuevo en una posición y no sabes dónde esconderte, dónde está exactamente el enemigo. Uno no tiene una visión de conjunto de la situación", detallan.

Andri tampoco tiene una visión clara de lo que ocurre en los bosques que rodean su posición de artillería --situada fuera de Chasiv Yar--, de donde resuenan continuamente potentes disparos de cañones.

El joven de 22 años se encarga de disparar un obús ligero estadounidense M119. Concentrado, espera recibir las coordenadas de su objetivo para realizar sus ajustes.

De repente, un proyectil lanzado por los rusos cruza el cielo nublado y explota detrás de las arboledas con un fuerte estruendo. Andri aconseja entonces seguirlo para ponerse a cubierto en una larga y estrecha trinchera recién excavada.

La tierra húmeda se pega a las suelas de los zapatos que se hacen más pesados.

Otros dos ataques rusos siguen con minutos de diferencia.

Después de varias horas de espera, finalmente recibe las coordenadas para realizar su disparo.

"Nosotros, pero también toda la artillería, somos utilizados para evitar que el enemigo rodee Bajmut (...) Creemos en nuestra infantería allí, aunque sea un verdadero infierno", explica Andri.

En dos obuses, se puede leer la inscripción en negro "para Da Vinci", en referencia al nombre de guerra de Dmitro Kotsiubailo, un famoso voluntario asesinado recientemente cerca de Bajmut. Alistado a partir de 2014, cuando tenía sólo 18 años, sus cualidades de combatiente le valieron el título de "héroe nacional".

Para Andri, "Da Vinci dedicó toda su vida a la resistencia contra los invasores rusos (...) Nos vengaremos y lo lamentarán", clama.

"Objetivo alcanzado", anuncia el jefe del equipo después de una quincena de obuses disparados en poco menos de una hora.

A.Schneider--MP