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El presidente sirio asistirá a una cumbre árabe tras años de aislamiento
El presidente sirio asistirá a una cumbre árabe tras años de aislamiento / Foto: Hamad al Kaabi - Presidencia Emiratos Árabes Unidos/AFP/Archivos

El presidente sirio asistirá a una cumbre árabe tras años de aislamiento

El presidente sirio Bashar al Asad asistirá el viernes en Arabia Saudita a su primera cumbre de la Liga Árabe en más de una década, sellando así su regreso a la escena árabe después de un largo aislamiento debido a la guerra en su país.

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La organización panárabe reintegró el 7 de mayo al régimen sirio, excluido a finales de 2011 tras la represión de un levantamiento popular, preludio de una guerra devastadora.

Asad consiguió romper el aislamiento diplomático, al beneficiarse de una ola de solidaridad con su país tras el devastador terremoto de febrero, que también azotó a Turquía.

La semana pasada, Arabia Saudita invitó a Asad a la cumbre de Yeda, a orillas del mar Rojo.

Los analistas ven en este gesto una manifestación del peso diplomático del país, que abogó por la rehabilitación de Damasco y trata de influir en los conflictos de la región.

Además de restablecer los vínculos con el régimen sirio, los jefes de Estados árabes deberían examinar la situación en Sudán, asolado por combates mortales desde hace un mes, y en Yemen, escenario de una guerra desde hace más de ocho años.

En Yeda se celebran conversaciones entre los representantes de los beligerantes sudaneses, facilitadas por Estados Unidos y Arabia Saudita. El reino busca poner fin a la guerra en Yemen, negociando con los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, a los que combatió durante mucho tiempo al lado del gobierno yemení.

Estas iniciativas no dieron lugar a grandes avances hasta ahora, pero los editorialistas sauditas creen en las posibilidades de éxito de Riad.

"La cumbre de Yeda es una de las más importantes desde hace mucho tiempo, ya que permitirá reconstruir la región", declaró el observador saudita Suleiman al Aqili. Si "logra reintegrar a Siria en el seno árabe y adoptar una posición firme sobre los conflictos en Sudán y Yemen, será un éxito", añadió.

Los esfuerzos diplomáticos de la poderosa monarquía del Golfo se inscriben en un contexto de distensión, marcado por una reanudación de sus relaciones diplomáticas, anunciada en marzo, con Irán, su gran rival en la región.

- Camino largo y difícil -

Menos de dos semanas después, Arabia Saudita anunció que reanudaría sus servicios consulares con Damasco, aliada de Teherán.

Queda por ver si la reintegración de Damasco en la Liga de los Estados Árabes contribuirá a avanzar en la resolución del conflicto en Siria y permitirá a los dirigentes árabes obtener concesiones de Bashar al Asad sobre cuestiones como el retorno de los refugiados sirios.

"El regreso de Asad a la Liga Árabe es una medida simbólica que marca el comienzo del proceso para poner fin a su aislamiento regional", destacó la analista Anna Jacobs del círculo de reflexión International Crisis Group.

Será importante observar "si va acompañado de una normalización económica, en particular por parte de los países árabes del Golfo", añadió.

En Damasco, la cumbre de Jedá despierta el interés de los habitantes.

"Es la primera vez en muchos años que mi familia y yo nos interesamos por la actualidad política, porque habíamos perdido la esperanza", afirmó Haidar Hamdan, un profesor de geografía de 44 años, que espera que se reabran embajadas y que las empresas extranjeras regresen a su país.

En cambio, Sawsan, un sirio de 29 años -empleado en un concesionario de automóviles-, es más prudente. "Sabemos que la cumbre árabe no es una varita mágica que resolverá todos los problemas de Siria", subrayó. "Puede ser un comienzo, pero el camino hacia una solución será largo y difícil", indicó.

En Sudán y Yemen, el camino por recorrer parece igualmente difícil. La semana pasada, los beligerantes sudaneses se comprometieron a respetar los principios humanitarios, pero las conversaciones en Jedá aún no condujeron a una tregua.

En Yemen, si bien los esfuerzos de paz son "serios", los próximos pasos son todavía inciertos, afirmó recientemente el embajador saudita.

Para Torbjorn Soltvedt, de la sociedad de inteligencia económica Verisk Maplecroft, el reino saudita busca "reinventarse como principal potencia diplomática en la región", pero el éxito de esta misión aún queda por demostrar.

D.Wolf--MP