Los opositores a la reforma de las pensiones en Francia mantienen su pulso con nuevas protestas / Foto: Sebastien Salom-Gomis - AFP
Los opositores a la reforma de las pensiones en Francia mantienen su pulso con nuevas protestas
Francia vive este martes una nueva jornada de protestas contra la impopular reforma de las pensiones del presidente liberal, Emmanuel Macron, dos días antes de un último intento parlamentario para lograr su retirada.
"No se trata de un último cartucho", pero podría ser "una de las últimas jornadas de movilización", dijo este martes en la radio Europe 1 el líder del sindicato CFDT, Laurent Berger.
Macron adoptó en marzo por decreto el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y el adelanto a 2027 de la obligación de cotizar 43 años (y no 42) para cobrar una pensión completa.
Pese a que cientos de miles de personas, a llamado de los sindicatos, protestaron desde enero contra esta reforma, el presidente liberal la promulgó en abril de cara a su entrada en vigor en septiembre.
Pero los sindicatos no tiran la toalla y, con la esperanza de que el Parlamento derogue la ley --algo que se anuncia muy complicado--, convocaron una 14ª jornada de protestas y manifestaciones este martes.
El oficialismo utilizó varios polémicos mecanismos constitucionales para imponer esta reforma y podría el jueves usar uno nuevo para declarar inadmisible un punto clave de la propuesta de derogación presentada por el grupo parlamentario centrista LIOT.
Esto sería "un escándalo democrático", advirtió la secretaria general del sindicato CGT, Sophie Binet. Para LIOT y la oposición de izquierda, esto recrudecería "la ira y la violencia".
De visita en el Monte Saint-Michel (oeste) con motivo del milésimo aniversario de su abadía, Macron estimó el lunes que se puede debatir "de todo", pero "respetando la Constitución".
Las autoridades esperan entre 400.000 y 600.000 participantes en las 250 protestas previstas en Francia, por lo que desplegaron a unos 11.000 policías y gendarmes.
Pero la participación parece lejos de los 1,28 millones de manifestantes del 7 de marzo (3,5 millones, según la CGT). El impacto de la huelga, en el sector eléctrico y los transportes, también se anuncia menor.
En Rennes (oeste), el bloqueo del depósito de autobuses forzó la suspensión del servicio en una decena de líneas y, en Marsella (sureste), se bloqueó la entrada a un liceo.
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G.Murray--MP
