Empieza una nueva legislatura en España, con rumores de acuerdo entre socialistas y Puigdemont
El Parlamento español surgido de las elecciones del 23 de julio inició este jueves su nueva legislatura, entre informaciones de los medios que apuntan a un acuerdo entre el Partido Socialista del presidente del Gobierno saliente, Pedro Sánchez, y el partido que representa a la línea dura del independentismo catalán, el de Carles Puigdemont.
Este acuerdo, de confirmarse, garantizaría la elección de la candidata del Partido Socialista, Francina Armengol, como Presidenta del Congreso de los Diputados y, sobre todo, favorecería las posibilidades de Sánchez de ser investido de nuevo Presidente del Gobierno en los próximos días, evitando así nuevas elecciones.
El acuerdo, que se habría alcanzado esta madrugada, permitiría al Partido Socialista y sus aliados obtener los votos de los siete diputados de Junts per Catalunya (JxCat, Juntos por Cataluña), el partido del líder independentista exiliado en Bélgica y reclamado por la justicia española desde el fracaso de un intento de secesión de Cataluña en 2017.
"Todo indica que Francina Armengol obtendrá más votos que Cuca Gamarra", la candidata del Partido Popular (PP, derecha) a la presidencia del Congreso de los Diputados, adelantó Televisión Española (TVE) pocos minutos antes de la apertura de la sesión.
La primera tarea de los 350 miembros del Congreso de los Diputados, que se reunían desde las 10H00 (08H00 GMT), es elegir al nuevo presidente de la cámara.
La elección es muy esperada, no tanto porque este cargo represente la tercera autoridad del país, sino porque su resultado dará una clara indicación de si Sánchez será reelegido en una votación de investidura que podría tener lugar a finales de agosto o principios de septiembre.
- Negociaciones -
Se trata pues del primer asalto de una batalla cuyo resultado depende de los siete diputados de Junts per Catalunya (JxCat, Juntos por Cataluña), es decir, de Puigdemont.
Esta paradoja tiene su origen en los inesperados resultados de las elecciones parlamentarias del 23 de julio, en las que el Partido Popular (PP, derecha) de Alberto Núñez Feijóo obtuvo una victoria muy inferior a la esperada.
Ahora, los dos bloques, por un lado el del Gobierno saliente de izquierdas, y, por otro, el de la derecha y la extrema derecha, parecen estar en medida de contar con el apoyo de 171 diputados cada uno. Además de los siete diputados de Junts, la única diputada de un partido regional de las islas Canarias estaba igualmente en el aire.
Esta inesperada situación da el protagonismo a JxCat, que tiene en su mano decidir si Sánchez sigue al frente de España o, en caso contrario, si el país tendrá que celebrar nuevas elecciones en los próximos meses. Se da por prácticamente descartado que JxCat entregue sus votos al PP.
Las negociaciones continuaron en la madrugada del jueves, en el mayor secretismo.
Que un partido independentista catalán, que considera a España un Estado extranjero y "opresor", se vea en posición de decidir la suerte del país, no disgusta necesariamente a Puigdemont, que quiere ver si la situación le permite avanzar en su causa.
Sus dos reivindicaciones fundamentales -un referéndum de autodeterminación y una amnistía general para todos los encausados tras el fracaso de la tentativa secesionista de 2017- no pueden ser atendidas por Sánchez, por razones a la vez jurídicas y políticas.
Según los medios, el acuerdo alcanzado entre los socialistas y Junts es de un alcance más modesto, lo que, de confirmarse, significaría que Puigdemont se habría conformado con logros más modestos.
- Pequeños gestos -
El presidente del Gobierno saliente se comprometió el miércoles a utilizar la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, que España ostenta hasta finales de año, para intentar que el euskera, el catalán y el gallego sean utilizados en las instituciones europeas en pie de igualdad con el castellano.
La ministra saliente de Trabajo, Yolanda Díaz, que dirige Sumar, una coalición de izquierda radical aliada de Sánchez, ya propuso recientemente que estas lenguas sean de trabajo en el Congreso de los diputados y en el Senado.
La elección de la candidata del Partido Socialista a la presidencia del Congreso es también un guiño a los independentistas catalanes, ya que Armengol, ex presidenta de Baleares, región culturalmente próxima a Cataluña, y catalanohablante fluida.
G.Murray--MP