Preocupación en la ONU por el riesgo de que se recrudezca la violencia en Yemen
Representantes de la ONU y de países occidentales mostraron su preocupación este miércoles en el Consejo de Seguridad por el riesgo del recrudecimiento de la violencia en Yemen, devastado por la crisis humanitaria y económica tras más de siete años de conflicto.
El enviado de la ONU para Yemen, Hans Grundberg, denunció en su intervención ante el Consejo de Seguridad, las "amenazas públicas de una vuelta a la guerra" en este país, el más pobre de la península arábiga, donde según la organización multilateral, hay cerca de 14 millones de personas amenazadas por la hambruna.
"Esta retórica no es la más propicia para mantener un clima fructífero de mediación", dijo el diplomático por videoconferencia ante los 15 miembros del máximo organismo de la ONU y representantes del gobierno yemení y de Arabia Saudita.
El conflicto entre los rebeldes hutíes, cercanos a Irán, y el gobierno, apoyado desde 2015 por una coalición militar liderada por Arabia Saudita, destruyó la economía del país y causó una de las peores crisis humanitarias del planeta, con centenares de miles de muertos y millones de desplazados.
Los expertos de la ONU acusaron a todas las partes en el conflicto, incluida Arabia Saudita, de perpetrar crímenes de guerra.
Tras la tregua negociada por la ONU en abril de 2022 y pese a que expiró en octubre pasado, la violencia ha remitido considerablemente.
Grundberg instó "a las partes a evitar toda retórica de la violencia y seguir sobre las vías del diálogo establecidas desde la tregua a través de una comisión de coordinación militar para reducir los incidentes" armados.
No obstante, la embajadora británica ante la ONU, Barbara Woodward "exhortó" a los rebeldes "hutíes a poner fin a los ataques y amenazas continuas para impedir las exportaciones de petróleo de las regiones controladas por el gobierno que afectan gravemente a la economía de Yemen".
Por su parte, Estados Unidos, a través de su embajadora ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, saludó la decisión de Arabia Saudita, anunciada el 1 de agosto, de conceder 1.200 millones de dólares al gobierno yemení, reconocido internacionalmente.
"Pero hace falta más atención y apoyo financiero para tratar la crisis económica y humanitaria de Yemen", dijo.
Tras condenar "los ataques insensatos de los hutíes contra el transporte marítimo que agravan la crisis humanitaria", Thomas-Greenfield abogó por "una solución política duradera que incluya a todas las partes para que alivie el sufrimiento de la población yemení".
A.Meyer--MP