Opositora Gálvez enfila baterías contra su posible rival por presidencia de México
"Nos conocemos bien. La respeto. Pero tiene que decirle al presidente (López Obrador) que no se meta", lanza la candidata opositora Xóchitl Gálvez, que acusa de continuismo a Claudia Sheinbaum, su más probable rival por la presidencia de México en 2024.
La campaña va a ser "de contrastes", avisa Gálvez, senadora de raíces indígenas de 60 años, en una entrevista con la AFP luego de que el domingo fuera ungida como aspirante de una coalición que incluye al conservador PAN y al exhegemónico PRI.
"Ella quiere seguir haciendo lo mismo que hace este señor", agrega, marcando sus diferencias con Sheinbaum y López Obrador.
"Yo no quiero seguir apostando a los combustibles fósiles, yo no quiero seguir apostando a la militarización del país, no quiero seguirle apostando a un sistema de salud colapsado", señala la también ingeniera, quien se define como una liberal progresista.
Sheinbaum, física de 61 años, lidera las preferencias para ser nominada como candidata del oficialismo este miércoles, según sondeos publicados por medios de prensa. Sin una tercería, México se encamina a tener por primera vez una mujer en la presidencia.
"Hay diferencias entre los ingenieros y los científicos. Somos más prácticos, más concretos", dice la también empresaria respecto a su posible rival.
"El metro se cayó", apunta, aludiendo al accidente del tren que provocó 26 muertos en mayo de 2021 cuando Sheinbaum era jefa de gobierno de Ciudad de México. "Eso lo vamos a debatir con Claudia".
- "Personaje raro" -
"Ella (Sheinbaum) puede sola, que le diga 'oiga, flaco favor me hace estando de jefe de campaña, usted dedíquese a gobernar y déjeme ser la candidata'", afirma la aspirante, quien se dice independiente de los tres partidos que la respaldan.
"Porque entonces yo tendría que estarme enfrentando al presidente de la República y a ella y es una contienda desigual", añade.
Gálvez lanzó la campaña en junio, luego de que el presidente se negara a permitirle ingresar a su rueda de prensa diaria para replicar críticas vertidas durante esa conferencia.
El mandatario la acusó de querer desaparecer programas sociales, emblema de su administración.
Desde entonces, el presidente ha criticado fuertemente a la senadora, lo que incluso le ha valido amonestaciones de la autoridad electoral.
"Yo me quedo con los programas sociales (del gobierno actual)", dice, criticando en cambio la política de López Obrador hacia las comunidades indígenas.
"Conmigo, no habrá vuelta atrás a los derechos ganados tanto a la comunidad LGBTQ y de las mujeres", promete.
"Soy un personaje raro, porque a la gente no le importa si es de izquierda y de derecha, le importa que les resuelvas sus problemas", afirma.
Del PAN, dice que le gusta el liberalismo empresarial, "del PRD (también parte de la alianza) este sueño de justicia social", y las instituciones que dejó el PRI a México.
Antes de que Gálvez saltara al ruedo electoral, la oposición aparecía desdibujada rumbo a las elecciones generales de junio próximo.
- No a "abrazos" para criminales -
La elección presidencial de México ocurrirá mientras el país vive una ola de violencia que deja más de 100.000 desaparecidos y unos 420.000 muertos desde 2006, cuando el gobierno de ese entonces lanzó un polémico operativo militar antidrogas.
La inseguridad es uno de los temas que Gálvez ha prometido combatir "con ovarios", y es parte del diagnóstico que hace de los problemas más apremiantes del país, aunque aún no ha dado a conocer su estrategia.
Promete que no habrá "abrazos a los delincuentes", al contrario de la famosa frase del presidente saliente ("abrazos, no balazos"): "la ley es la ley y hay que aplicarla".
En los comicios del próximo 2 de junio también serán renovadas las dos cámaras del Congreso y nueve gobernaciones.
Sin embargo, Gálvez tiene el camino cuesta arriba aún. Según una encuesta publicada por el diario El Financiero, Sheinbaum encabeza las preferencias con 46% de la intención de voto, mientras ella aparece con 37%.
A.Meyer--MP