Inquietud en el grupo palestino Hamás por el acercamiento entre Turquía e Israel
La reciente visita del presidente israelí Isaac Herzog a Turquía genera inquietud, aunque también algo de esperanza, en el movimiento palestino Hamás, que cuenta con Ankara como una base de retaguardia política, indican analistas consultados por AFP.
El grupo islamista que controla la franja de Gaza, clasificado como terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, considera Turquía como uno de sus principales aliados por la ardiente defensa de la causa palestina de su presidente Recep Tayyip Erdogan.
Turquía acoge en su territorio algunos dirigentes importantes del movimiento como Salah al Aruri. También es lugar de visita habitual de los responsables de su oficina política y de su diplomacia, Ismail Haniyeh y Khaled Meshal respectivamente.
Pero ahora, Turquía e Israel iniciaron un nuevo acercamiento tras una década de frías relaciones provocados por la muerte en 2010 de diez civiles en el ataque israelí contra el navío turco Mavi Marmara, que trataba de romper el bloqueo de Gaza para entregar ayuda humanitaria.
Este giro diplomático se tradujo en un encuentro en Turquía la semana pasada entre Herzog y Erdogan, que celebraron un "punto de inflexión" en sus relaciones.
En Gaza, Hamás criticó el viaje del presidente israelí, aunque sin reprochar nada a su aliado turco.
- Presiones -
Hamás no se entromete en la política interna de ningún país y quiere "preservar una relación buena y equilibrada con todos los países árabes y musulmanes, y particularmente con Turquía", indicó a AFP un alto responsable del movimiento bajo anonimato.
Confiando, eso sí, que Turquía resistirá "a la presión de Israel para expulsar o restringir a los palestinos o Hamás".
Pero internamente, "Hamás está preocupado", asegura Mukhaimer Abu Saada, profesor de ciencias políticas en la universidad Al Azhar de Gaza.
Antes incluso de la visita de Herzog, responsables turcos abordaron con el liderazgo de movimiento el asunto de su futuro en territorio de Turquía, aunque sin cuestionar por ahora sus actividades, afirmó a AFP una fuente cercana de la organización residente en Turquía.
"Se espera que Israel aumente la presión sobre las autoridades turcas. Presumo que los líderes de Hamás marcharán, puede que a Beirut o Irán, porque Turquía va a ser menos acogedora", dice Abu Saada.
Entre respaldar a Hamás o cooperar con el país hebreo, Ankara parece inclinarse por la segunda opción porque se enfrenta al hundimiento de la lira turca y a una crisis económica doméstica, opina el experto.
En enero, Erdogan se dijo dispuesto a cooperar con Israel en un proyecto de gasoducto al que antaño se había opuesto.
- Sacar partido -
A ojos de Hamás, el apoyo de Turquía es demasiado importante para arriesgarlo.
El grupo "no sacrificará sus relaciones con Turquía porque es un aliado y una base financiera y política", indica Naji Shurab, otro profesor de ciencias políticas en la misma universidad gazatí.
Actualmente, Egipto ejerce de mediador entre Israel y Hamás, vinculado al movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes, actualmente en turbulenta relación con El Cairo.
Por ello, según Shurab, Hamás podría intentar aprovecharse del acercamiento entre Israel y Turquía para hacer de Ankara un interlocutor privilegiado que pueda también "hacer presión sobre Israel" y convencerlo de aliviar el bloqueo vigente en Gaza desde 2007.
En este escenario, Turquía podría optar por una posición intermedia respecto al grupo palestino "manteniendo su presencia en su suelo pero no permitiendo sus actividades financieras, política y mediáticas tangibles", añade el analista.
El gobierno de Erdogan también debería evitar un cambio demasiado brusco hacia Hamás, porque el respaldo a la causa palestina es uno de los pilares de su política extranjera hacia países musulmanas, estima Hosam al Dajani, especialista de movimientos islamistas.
G.Vogl--MP