En Nagorno Karabaj, el miedo "permanente" a una nueva guerra
En una calle de Stepanakert, principal ciudad de la disputada región de Nagorno Karabaj, Olga Grigorian expresa su angustia de ver estallar una nueva guerra entre fuerzas armenias y azerbaiyanas, tres años después de la anterior.
"Vivimos con un miedo permanente. La situación empeora cada día. La gente está aterrorizada de pensar que puede despertarse al día siguiente en medio de las bombas, como en 2020", dice Olga Grigorian.
"No sabemos cómo vivir con eso, cómo criar a los niños cuando nos encontramos en el estrés constante, y nadie quiere ayudarnos", añade.
Hace tres años, el último conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por el control de este territorio montañoso del Cáucaso terminó con una frágil tregua, negociada por Rusia, que desplegó soldados de mantenimiento de la paz.
El primer ministro armenio, Nikol Pachinian, dijo recientemente que era "muy probable" una nueva guerra con Azerbaiyán.
Y acusó a su adversario de juntar tropas cerca de Nagorno Karabaj, territorio poblado en su mayoría por armenios, que declararon de manera unilateral, con el apoyo de Ereván, su independencia de Azerbaiyán hace más de treinta años.
Pese a las mediaciones de la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, Azerbaiyán y Armenia no han logrado llegar a un acuerdo sobre un tratado de paz.
Y con el Kremlin ocupado principalmente con su invasión de Ucrania, la situación en torno a Nagorno Karabaj no dejó de degradarse en los últimos meses, especialmente por el bloqueo de la región por parte de Azerbaiyán, que generó escasez de alimentos y medicamentos.
Una situación esta que conoció un giro el lunes, con la llegada de ayuda humanitaria al enclave gracias a un acuerdo entre los separatistas armenios y las autoridades azerbaiyanas.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) confirmó este lunes que, gracias a "un consenso humanitario" entre autoridades, "está enviando harina de trigo y productos médicos esenciales" a Nagorno Karabaj.
La ayuda estaba llegando por dos vías: el corredor de Lachín, el único que conecta Armenia con el enclave y que Azerbaiyán bloqueó desde finales de 2022, y la carretera de Aghdam, que une este territorio con el resto de Azerbaiyán.
- "Provocaciones" -
En mayo, Pachinian había reconocido que la región forma parte de Azerbaiyán, una declaración percibida como un primer paso hacia una paz duradera.
Pero para el gobierno azerbaiyano, el dirigente armenio dice una cosa y hace otra, pues Ereván sigue financiando a las fuerzas separatistas con dinero público.
"Algunas acciones recientes de los dirigentes armenios afectaron gravemente el proceso de paz", declaró a la AFP Hikmet Hajiev, influyente consejero del presidente azerbaiyano Ilham Aliev.
Se refería a una carta de felicitaciones publicada por Nikol Pachinian con motivo de la fiesta de independencia de Nagorno Karabaj el 2 de septiembre, que irritó al gobierno azerbaiyano.
"La celebración de +pseudo-elecciones presidenciales+ (en la región) el 9 de septiembre fue una nueva provocación", agregó, y acusó a Armenia de "torpedear" el diálogo.
La votación fue considerada ilegítima tanto por la Unión Europea como por Estados Unidos.
- "Guerra regional" -
Según expertos, la situación es un cóctel explosivo.
"La probabilidad de nuevo conflicto armado es sin lugar a dudas muy elevado, cuando Azerbaiyán concentra sus tropas en la frontera con Armenia y cerca de Karabaj", dijo a la AFP el analista armenio independiente Beniamin Matevosian.
Para Farhad Mammadov, experto político azerbaiyano, "el riesgo de una reanudación de los combates a gran escala sigue siendo elevado mientras no se firme un tratado de paz".
Según él, Azerbaiyán puede "atacar el territorio de Armenia si el gobierno de ese país interviene militarmente en Karabaj".
Hakob Balaian, experto armenio, dijo que ese ataque en territorio armenio podría convertirse "en una gran guerra regional", en la que estarían involucrados Turquía, aliada de Azerbaiyán, y también su rival histórico Irán, que vigila con desconfianza la estrategia de influencia turca en el Cáucaso.
Nagorno Karabaj ha sido escenario de dos guerras entre ambas ex repúblicas soviéticas.
En los años 1990 los separatistas armenios vencieron a Azerbaiyán y tomaron el control de la región, así como de siete zonas azerbaiyanas aledañas, donde formaron una república autoproclamada no reconocida por la comunidad internacional.
Treinta años después, Azerbaiyán, rico en petróleo y con un ejército fuerte, cobró su revancha.
En otoño de 2020, Rusia negoció un cese del fuego tras seis semanas de sangrientos combates.
Armenia tuvo que ceder los territorios azerbaiyanos aledaños a Karabaj, estrechándose así el espacio de los separatistas.
A.Schneider--MP