Nagorno Karabaj se vacía de armenios y cuenta sus muertos
El éxodo de los armenios de Nagorno Karabaj prosigue este viernes, al día siguiente de anunciarse la disolución de su república separatista en territorio de Azerbaiyán, donde volvió a subir el balance de muertos por la explosión de un depósito de carburante al inicio de la semana.
En su huida de las tropas azerbaiyanas por la única carretera que conecta este enclave con la república de Armenia, los refugiados tomaron el lunes un depósito para pertrecharse de combustible.
Una explosión causó al menos 170 muertos, según un nuevo balance comunicado este viernes por las autoridades separatistas del enclave montañoso. La revisión fue drástica, ya que el anterior balance era de 68 muertos y un centenar de desaparecidos.
"A día de hoy se han encontrado los restos de 170 personas", que fueron "entregados a la oficina forense", indicaron dichas autoridades en un comunicado. En el drama resultaron heridas 349 personas, la mayoría con quemaduras graves.
En total, cerca de 600 personas murieron en la ofensiva relámpago llevada a cabo por las fuerzas de Azerbaiyán, que obligaron a capitular a los separatistas armenios el 20 de septiembre. Los combates dejaron unos 200 soldados muertos de ambos lados.
La capitulación desató un éxodo de decenas de miles de civiles armenios de este enclave que se encuentra dentro de las fronteras internacionales de Azerbaiyán y fue escenario de dos guerras, una a principios de los 1990 y la otra en 2020.
- Recuerdos quemados -
Las autoridades de la república conocida por los armenios como Artsaj decretaron el jueves su autodisolución a partir del 1 de enero próximo. El anuncio fue acogido con dolor en la república de Armenia, donde un presentador de televisión se deshizo en lágrimas al dar la noticia, una imagen que se volvió viral en el país.
En pocos días, 88.780 personas, es decir casi tres cuartas partes de los 120.000 habitantes del territorio, abandonaron sus casas, según el último balance publicado por Ereván.
Y es que los armenios de Nagorno Karabaj temen represalias de Azerbaiyán, que con esta victoria militar recuperará de forma efectiva este territorio que escapaba a su control desde hacía tres décadas.
Nagorno Karabaj, de mayoría armenia y cristiana, hizo secesión de Azerbaiyán, de mayoría musulmana, durante la desintegración de la Unión Soviética.
Desde entonces los armenios del enclave, que contaron con apoyo de Ereván, estuvieron enfrentados al poder azerbaiyano, contra el que libraron dos guerras, una de 1988 a 1994 y la segunda el otoño de 2020, en la que perdieron varios territorios.
Entre los refugiados que AFP encontró en la ciudad armenia fronteriza de Goris, todos coinciden en la "crueldad" de esta última contienda, y en el terror ante la llegada de los soldados enemigos.
Muchos de ellos, en esta región militarizada donde todos los hombres tienen experiencia del ejército y el combate, dicen haber quemado sus uniformes, documentos militares e incluso más cosas.
"Las fotos de familia, nuestros recuerdos, los libros de historia de nuestros héroes. No queremos que los azerbaiyanos los ensucien", cuenta una joven, de nombre Larissa.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, acusó al país vecino de "limpieza étnica" y avisó de que en los próximos días ya no quedarán armenios en el enclave.
Bakú negó la acusación y dijo que los armenios se están yendo "por su propia voluntad".
"Nadie cree en una convivencia entre ambas comunidades. Ni los armenios ni los azeríes están preparados para esa opción", apunta Bayram Balci, investigador de la escuela francesa de ciencias políticas Sciences Po.
Según Ereván, el miedo de los habitantes se ha visto alimentado por "detenciones ilegales" entre las columnas de los civiles que huían.
"Todos han sido acusados de terrorismo, o de traición por haber publicado (en redes sociales) mensajes que ponían cuestionaban la guerra", dice Zhala Bayramova, abogada especializada en derechos humanos e hija de un opositor encarcelado en Bakú.
"Así que cuando el gobierno (azerbaiyano) dice que va a tratar bien a los armenios, y con dignidad, es totalmente falso", asevera esta abogada.
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G.Murray--MP