Los conservadores británicos, frente a una difícil ecuación presupuestaria
El salario mínimo aumentará el próximo año en el Reino Unido, pero no habrá recortes de impuestos inmediatos, anunció el ministro británico de Hacienda, Jeremy Hunt, este lunes en Mánchester (norte de Inglaterra), en el congreso del partido conservador en el poder.
En su discurso a los delegados de su partido para explicar las razones por las que no puede rebajar todavía las tasas, Hunt expicó que se enfrenta a una ecuación difícil de resolver, en la que se conjugan una alta inflación y un marco presupuestario restringido.
Detrás del Partido Laborista en los sondeos y mientras se aproximan las elecciones legislativas que deben realizarse antes de enero de 2025, los conservadores multiplican los anuncios en el congreso anual de su partido.
"El trabajo debe dar sus frutos y nos aseguraremos de que sea así", lanzó Hunt en su discurso. "Es la forma con la que el Partido Conservador mejora la vida de los trabajadores", añadió.
Actualmente, el salario mínimo por hora está fijado en 10,42 libras (12,7 dólares), y será aumentado desde abril de 2024 para llegar al menos a 11 libras (13,4 dólares).
Pero esta concesión en los salarios viene acompañada de un endurecimiento de las condiciones de acceso a las ayudas sociales, con el fin de incitar a las personas sin empleo a volver al mercado de trabajo.
"No es justo que alguien que rechaza claramente un empleo reciba lo mismo que alguien que lo busca", declaró Hunt.
Frente a una inflación que, aunque en descenso, sigue siendo la mayor del G7 con un 6,7% anual en agosto, Hunt resistió este lunes a la presión recibida desde su propio partido para que prometa antes de las elecciones una bajada de impuestos.
Jeremy Hunt aseguró que la reducción de la inflación sería más eficaz para aumentar el poder de compra de los británicos.
El ministro también dejó entender que el Estado podría ahorrar congelando el número de funcionarios, antes de reducirlo, y aumentar la eficacia de los servicios públicos, lo que podría permitir al final reducir la presión fiscal.
- Ortodoxia presupuestaria -
"Este gobierno conservador tiene la determinación de poner al país en un descenso de los impuestos cuando sea posible", pero "si hiciéramos fuertes reducciones ahora, eso pondría mas dinero en los bolsillos de la gente" y alimentaría la inflación, resumió el ministro en la cadena Sky News.
Paladín de la ortodoxia presupuestaria, Hunt entró en el gobierno hace casi un año para tranquilizar a los mercados, después de que un proyecto de presupuesto con un gasto masivo y sin financiación presentado por el gobierno de Liz Truss causara pánico y disparara las tasas de endeudamiento del gobierno británico.
Pero estas tasas de endeudamiento, aunque bajaron, después volvieron a entrar en progresión, menos brusca pero regular, consecuencia del ajuste del Banco de Inglaterra para calmar la inflación.
Algunos economistas estiman que no se podrá evitar una recesión este año, en particular porque la actividad se contrajo en septiembre al ritmo más rápido observado desde enero de 2021, según el indicador PMI Flash Composite, mientras que la tasa de desempleo está aumentando.
Paralelamente, el ministro de Hacienda británico se enfrenta a cuestiones incesantes sobre el futuro de una línea ferroviaria de gran velocidad HS2, ante los temores de ver nuevamente recortado este gran proyecto, que ha visto sus costes descarrilarse en diez años y que ya ha tenido que reducirse.
Varios medios británicos afirman que el Primer ministro Rishi Sunak habría finalmente decidido suprimir uno de sus tramos, entre Birmingham y Mánchester, para ahorrar.
La decisión "no fue formalmente tomada", aseguró este lunes Hunt a la radio LBC. Pero "necesito saber por qué la construcción de un tren de gran velocidad cuesta diez veces más aquí que en Francia", afirmó Hunt.
F.Koch--MP