Münchener Post - Israel y Gaza en guerra tras ataque sorpresa de Hamás que dejó cientos de muertos

En la escalada más sangrienta del conflicto en décadas, Hamás perpetró un bombardeo masivo con cohetes y una ofensiva por tierra, mar y aire en las primeras horas del sábado, que según el ejército de Israel dejó más de 200 muertos y 1.000 heridos en su territorio.

Entre los fallecidos figura un argentino, Rodolfo Fabián Skariszewski, que residía en Moshav Ohad, confirmó un vocero de la cancillería argentina a la AFP.

Los milicianos palestinos reivindicaron y difundieron imágenes del secuestro de varios israelíes, y el jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, proclamó en la televisión Al Aqsa que vislumbraba una "gran victoria".

A su turno, funcionarios de Gaza informaron que la respuesta israelí con intensos ataques aéreos contra el enclave palestino mató al menos a 232 personas e hirió a unas 1.700.

El intercambio de fuego entre las fuerzas israelíes y cientos de militantes de Hamás se prolongó hasta el domingo por la mañana en al menos 22 puntos de Israel, incluyendo por lo menos dos en los que hombres armados mantenían rehenes, dijo el ejército.

"Nos estamos embarcando en una guerra larga y difícil que se nos impuso por un ataque asesino de Hamás", dijo Netanyahu en X, antes Twitter, en la madrugada del domingo.

"La primera etapa está terminando ahora con la destrucción de la gran mayoría de las fuerzas enemigas que infiltraron nuestro territorio", añadió.

También advirtió que continuará una fase ofensiva "sin limitaciones ni tregua" hasta "restaurar la seguridad" de los israelíes.

- "Estamos en guerra" -

El sábado, el primer ministro ordenó la movilización de reservistas y advirtió que el ejército usará "toda su fuerza para destruir las capacidades militares de Hamás", que gobierna la Franja de Gaza desde 2007. "Estamos en guerra", declaró Netanyahu en una alocución televisiva, e instó a los palestinos a salir del territorio.

"Reduciremos a ruinas (...) todos esos lugares donde se esconde Hamás".

Los combates, que se producen medio siglo después del estallido de la guerra árabe-israelí de 1973, llevaron al Ministerio de Energía israelí a ordenar el corte del suministro de electricidad a Gaza, un paupérrimo enclave de 362 km2 donde viven 2,3 millones de palestinos, sometido desde 2007 a un estricto bloqueo israelí.

Entre tanto, hay expectativa por la reunión de emergencia convocada para este domingo por el Consejo de Seguridad de la ONU.

El presidente Joe Biden expresó el sábado un apoyo "sólido e inquebrantable" al aliado de Estados Unidos y advirtió "contra cualquier otra parte hostil a Israel que busque ventajas en esta situación".

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, también habló con Egipto, intermediario clave entre Israel y Hamás, acerca de la "urgencia de lograr un cese inmediato" de los combates, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.

La ofensiva palestina en cambio fue celebrada por dos enemigos de Israel en la región, el movimiento chiita libanés Hezbolá e Irán.

"La resistencia ha logrado hasta ahora victorias espectaculares durante esta operación", declaró el portavoz del Ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Nasser Kanani, en referencia al movimiento palestino.

- "¡Manden ayuda, por favor!" -

La ofensiva de Hamás, bautizada como operación 'Diluvio de Al Aqsa' con la que el movimiento busca "poner fin a todos los crímenes de la ocupación [israelí]", se desencadenó el sábado hacia las 06H30 (03H30 GMT) con el lanzamiento de miles de cohetes desde la Franja de Gaza.

Cuando el brazo armado de Hamás reivindicó el ataque, Israel respondió bombardeando objetivos del movimiento palestino en una operación de represalia que llamó "Espadas de hierro".

En la ciudad de Sederot, a escasos kilómetros del enclave palestino, un periodista de la AFP vio cuerpos de civiles tendidos en la calle.

"¡Manden ayuda, por favor!", suplicaba una mujer israelí junto a su hijo de dos años, mientras un grupo de milicias abría fuego contra su casa, describieron los medios israelíes.

En Gaza, los bombardeos israelíes destruyeron tres edificios de diez plantas que formaban parte de un conjunto residencial, informaron periodistas de la AFP que vieron desplomarse estas construcciones.

El ejército acusó a Hamás de albergar infraestructura militar en medio de la población. El cuerpo armado aseguró además que había pedido a los residentes "evacuar el lugar" antes de bombardearlo.

También hubo incidentes en Cisjordania ocupada, donde cinco palestinos murieron y 120 resultaron heridos en enfrentamientos con las fuerzas israelíes y grupos de colonos, según el Ministerio de Salud palestino.

En la mañana del domingo, el ejército israelí dijo que disparó artillería contra el sur del Líbano en respuesta a un disparo procedente de la zona, del que el Hezbolá reivindicó la autoría.

Estados Unidos, China, Europa y numerosos países condenaron enérgicamente el sábado los ataques de Hamás contra Israel y se lanzaron alertas sobre el riesgo de una "escalada regional de grandes proporciones".

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a realizar "esfuerzos diplomáticos" para evitar una extensión del conflicto.

G.Loibl--MP