Las relaciones con Ucrania y la UE, en juego en las reñidas legislativas de Polonia
Polonia celebra este domingo unas elecciones legislativas que podrían llevar al país a una situación de enfrentamiento con Ucrania y la Unión Europea (UE) si la derecha nacionalista se mantienen en el poder.
Según muchos observadores, se trata de unos comicios cruciales para el futuro de la democracia en este país miembro de la UE y de la OTAN.
Los últimos sondeos dan al gobernante partido Derecho y Justicia (PiS) entre un 32 y 34%, pocos puntos por delante de la Coalición Cívica (KO) del expresidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Más allá del resultado electoral de cada partido, triunfará el que consiga formar una coalición gubernamental.
Las elecciones "son extremadamente reñidas y equilibradas", escribe Aleks Szczerbiak, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Sussex.
El PiS debería obtener el mayor número de votos, pero su tercer mandato consecutivo se ve amenazado por la falta de una posible mayoría.
Su socio más probable sigue siendo el partido de extrema derecha, la Confederación, que se opone a la ayuda a Ucrania y critica "los privilegios" de los refugiados ucranianos en Polonia.
La formación radical está en contra de una coalición de manera oficial, pero los expertos no descartan una alianza.
Aunque el PiS encabeza los sondeos, la oposición no deja de crecer en los sondeos y un gobierno de coalición entre liberales, izquierdistas y centristas parece posible.
Esta alianza se enfrentaría a la hostilidad del presidente Andrzej Duda, aliado del actual gobierno.
- 'Volver a la normalidad' -
Para muchos, "se trata del escrutinio más importante desde 1989 porque lo que está en juego es el futuro de la democracia en Polonia y el futuro de Polonia como democracia y Estado de derecho", señala a la AFP Dorota Dakowska, profesora de Ciencias políticas de Sciences Po Aix-en-Provence (Francia).
A principios de octubre, Tusk logró reunir a cientos de miles de personas en las calles de Varsovia en una demostración de fuerza sin precedentes.
Tusk intensificó su campaña en las zonas rurales y las pequeñas ciudades donde el apoyo al partido gobernante sigue siendo fuerte, poniendo un mayor énfasis en la economía.
La inflación continúa elevada. La UE proyecta un 11,4% en 2023, mientras que se espera un crecimiento económico débil de 0,5%.
El PiS se centró en la seguridad y la soberanía nacional, al tiempo que lanzó ataques personales contra Tusk, acusándolo de ser antipatriótico y representar los intereses de Moscú y Berlín.
Su líder, Jaroslaw Kaczynski, el hombre fuerte del ejecutivo, calificó a Tusk de "personificación del mal absoluto".
La Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE, que observa las elecciones, señala "un entorno muy polarizado".
En un informe publicado el mes pasado, la organización habló de un "sesgo marcado" a favor de PiS en los medios públicos.
En cuanto a la política exterior, una nueva victoria del PiS agravaría la tensión y hacer de Polonia un socio cada vez más imprevisible en el seno de la UE.
El gobierno tiene varios litigios con Bruselas desde hace años, sobre todo por las reformas judiciales consideradas como un atentado contra la democracia y el Estado de Derecho, pero también las restricciones a la libertad de los medios y los derechos de los inmigrantes.
Sus relaciones con Ucrania también son frágiles, pese a que Polonia ha sido uno de los países que más han apoyado a Kiev por la invasión de Rusia.
El país acoge a un millón de refugiados ucranianos y envía enormes cantidades de armas y ayuda.
Pero, la decisión de Varsovia de cesar las importaciones de cereales ucranianos para proteger a sus agricultores irritó a Kiev.
En pleno conflicto diplomático altamente mediatizado, Varsovia amenaza con restringir las entregas de armamento.
El presidente Duda comparó a Ucrania con un "hombre que se ahoga" y que podría arrastrar a sus rescatadores bajo el agua.
Precisamente, los jefes del Estado Mayor y de operaciones del ejército dimitieron el martes. Se desconocen sus motivos de manera oficial, aunque los medios apuntan a que se negaban a implicar a las fuerzas armadas en la campaña electoral.
A.Roth--MP