Abren los colegios electorales para el histórico referendo indígena en Australia
Los australianos comenzaron a votar el sábado en un histórico referendo sobre los derechos y el reconocimiento de los ciudadanos indígenas, tras una campaña que puso de manifiesto las profundas divisiones entre la mayoría blanca y los descendientes de los pobladores originarios.
Casi 18 millones de australianos podrán votar a favor o en contra de una reforma constitucional que reconoce explícitamente, por primera vez, a los pueblos indígenas y crea un órgano asesor, llamado "Voz", para evaluar las leyes que afectan a estas comunidades.
Pero las encuestas de opinión le dan escasas opciones de ganar, con poco más de 40% por el "sí" y casi 60% por el "no".
Los pueblos indígenas australianos, cuyos ancestros han vivido en el continente más de 60.000 años, conforman solo 3,8% de la población, y han sufrido marcadas desigualdades desde la llegada de los colonos blancos hace más de 200 años.
Los aborígenes e isleños del estrecho de Torres tienen más posibilidades de sufrir enfermedades, cárcel o morir jóvenes que sus compatriotas blancos.
Los defensores de la reforma dicen que la iniciativa ayudará a abordar esas desigualdades.
Pero las encuestas indican consistentemente que los australianos se interesan poco por los problemas de las comunidades indígenas.
- Día de vergüenza -
La campaña opositora ha logrado ampliar los temores sobre el papel y la efectividad de la "Voz", y llamó a votar "no" si tienen dudas.
Karen Wyatt, defensora del "sí", dijo a AFP que intenta "seguir positiva" de cara a lo que parece ser una derrota.
Pero incluso antes del conteo de votos, surgen dudas sobre lo que significaría un triunfo del "no" sobre la forma en que los australianos se valoran uno al otro y su disposición de hacerle frente a un legado a veces brutal.
El rechazo de la "Voz" sería "un día de vergüenza para Australia", comentó Wyatt, de 59 años, a AFP.
"Creo que sí dice algo sobre el rumbo de este país, decir 'no' a algo que es una simple solicitud y una propuesta generosa", agregó.
Pero Dee Duchesne, de 60 años, voluntaria del "no", afirma que está "luchando por mantener una capa adicional de burocracia fuera de nuestra constitución".
Dice que la han llamado racista al entregar panfletos cerca de un centro de votación en Sídney. "No lo soy", aseguró.
El primer ministro Anthony Albanese, de centroizquierda, ha dedicado el último año y mucho capital político a promover el "sí".
En vísperas de la votación hizo un emotivo llamado a que los australianos muestren su bondad.
Destacó el viernes en Adelaida que una victoria en el referendo "podría hacer la vida mejor" para los pueblos indígenas.
El voto es obligatorio para los 17,5 millones de personas en edad de sufragar.
El referendo solo puede ser aprobado con el apoyo de una mayoría de votantes a nivel nacional y una mayoría en al menos cuatro de los seis estados del país.
Las urnas abrieron en la costa este a las 08H00 (21H00 GMT de viernes) con más de 7.000 centros de votación en todo el país.
T.Gruber--MP