Guerra en Gaza desata miedo en países árabes de nueva ola de refugiados palestinos
El panorama de un extenso campamento de desplazados palestinos dentro de la Franja de Gaza que huyen de los bombardeos y la guerra entre Israel y Hamás, evoca un oscuro trauma histórico para los países árabes vecinos, especialmente Egipto y Jordania.
"Así empezó la 'Nakba'", afirmó Al Mezan, un grupo de defensa de los derechos humanos con sede en Gaza que expresó un temor presente en la región de que Israel quiera vaciar este enclave palestino.
La 'Nakba', que significa catástrofe en árabe, se refiere al éxodo y el desplazamiento forzoso de 760.000 palestinos en la guerra que condujo a la creación de Israel hace 75 años.
El miedo de que la historia se repita crece desde que estalló el conflicto entre Israel y Hamás, el grupo islamista palestino que gobierna Gaza, tras una brutal ofensiva de sus milicianos en territorio israelí el 7 de octubre que dejó 1.400 muertos, la mayoría de ellos civiles.
La Franja de Gaza, que en su mayoría está poblada por desplazados palestinos y sus descendientes, sufre desde hace más de dos semanas bombardeos incesantes de represalia de Israel que han provocado más de 5.000 muertos, según las autoridades de salud de Hamás.
Las advertencias de Israel a la población de que evacue el norte de Gaza antes de una inminente invasión terrestre atizó temores históricos muy arraigados, ya que un millón de gazatíes ya fueron obligados a abandonar sus hogares.
El único paso para salir de Gaza que no está controlado por Israel es Rafah, que comunicad con Egipto.
Por este paso, Egipto ha permitido la entrada de convoyes de ayuda para Gaza, pero teme que la apertura de esta frontera facilite los planes de Israel de un masivo desalojo de los palestinos, muchos de los cuales debido al conflicto actual perdieron sus hogares y duermen a la intemperie o en carpas de la ONU.
"Las carpas en la frontera deberían darle escalofríos a cualquiera que conozca la historia palestina, la 'Nakba' empezó con las carpas", afirmó Al Mezan. "La mayoría de la gente preferiría morir en Gaza antes de volver a ser refugiada".
- Implicaciones de seguridad -
Israel sostiene que la orden de desalojo del norte de Gaza busca proteger a los civiles palestinos de su conflicto con Hamás, en un momento en que sus tropas tienen que calibrar que cualquier ataque tenga en cuenta que los islamistas tomaron como rehenes a cerca de 220 personas el 7 de octubre.
Pero las declaraciones de algunos antiguos altos cargos israelíes encendieron las sospechas de que Israel tiene como objetivo que Egipto permita instalar en su territorio, en el desierto de Sinaí, inmensos campamentos precarios que terminen convertidos en ciudades de desplazados.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, recalcó que Israel, como fuerza de ocupación, tiene una responsabilidad sobre los civiles palestinos, según el derecho internacional.
El rey Abdalá II de Jordania y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, advirtieron que si Israel consigue expulsar a los palestinos de Gaza, esto se puede repetirse en un futuro en Cisjordania ocupada.
- El Sinaí, una "línea roja' -
Egipto tiene motivos de seguridad para temer las implicaciones de acoger a gazatíes desplazados.
La presencia de refugiados palestinos y de grupos armados ya ha provocado conflictos en la región. En Jordania en la década de 1960 y en Líbano en la década de 1980.
En este contexto la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) del dirigente histórico palestino Yaser Arafat fue obligada a abandonar Jordania y partir a Líbano.
Ahí terminaron enfrentados a las milicias cristianas en la guerra civil y finalmente tras la invasión de Israel en 1982 quedaron dispersados entre Túnez y Yemen.
Los Acuerdos de Oslo de 1993 buscaron la creación de un Estado palestino, pero ese largo anhelo se esfumó y las conversaciones están estancadas desde hace más de diez años.
El plan de paz del expresidente estadounidense, el republicano Donald Trump - rechazado por los palestinos - propuso instalar en el Sinaí una zona industrial con puestos de trabajo para los gazatíes.
"El Sinaí es una línea roja para los egipcios", afirma la politóloga Sarah Daoud. "Para Egipto la integridad territorial no es negociable".
burs-sbh/fz/kir/an/zm
G.Murray--MP