Münchener Post - El fútbol, refugio de jóvenes inmigrantes llegados a Canarias

München - 7°C

EN LAS NOTICIAS

El fútbol, refugio de jóvenes inmigrantes llegados a Canarias
El fútbol, refugio de jóvenes inmigrantes llegados a Canarias / Foto: Desirée Martín - AFP

El fútbol, refugio de jóvenes inmigrantes llegados a Canarias

Con una sonrisa, Younousse Diop salta al campo. Llegado al archipiélago español de Canarias todavía adolescente, el fútbol fue su refugio. Ahora, este senegalés ayuda a otros jóvenes a integrarse como él.

Tamaño del texto:

"Llegué en patera", una embarcación precaria con 110 personas a bordo, con tan solo trece años y tras "despedirme de mi familia completamente", narra Diop. El viaje de once días "fue un gran infierno", con "días y noches duras".

Desembarcó en la isla de Tenerife en 2006, año de una oleada récord de migrantes irregulares hacia Canarias.

Hoy, con 30 años, no olvida las angustias que pasó, similares a las de los jóvenes inmigrantes procedentes del África subsahariana que han desembarcado en los últimos meses en el archipiélago, donde las llegadas se han disparado, rozando los niveles de 2006.

Al "subirte a una patera", lo primero que surge es "el miedo a morir". "Dejas a tu familia" y piensas: "morir o llegar, morir o llegar", dice.

Según Francisca Ortiz, psicóloga de la organización no gubernamental Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), la travesía desde la costa africana hasta Canarias, a menudo mortal, es para los inmigrantes "el evento más traumático que pueden haber sufrido, incluso mas traumático de lo que hayan pasado" en su país de origen.

Ayudarlos a sentirse mejor, cuando muchas veces hasta desconocen lo que es un psicólogo, es todo un desafío, señala.

El salvavidas de Diop fue el fútbol. Destacó en un partido en el centro de acogida donde se alojaba y pronto se integró a las categorías inferiores del club de Tenerife, para terminar jugando en varios clubes españoles de tercera y cuarta división.

- "Supervivientes" -

Desde hace dos años, entrena a jóvenes inmigrantes en el marco de un programa llamado "Sansofé" ("Bienvenido" en un idioma local del archipiélago caído en desuso), lanzado en 2021 por la universidad La Laguna de la isla y el club de Tenerife, actualmente en segunda división de La Liga española.

El objetivo es "favorecer la integración social" de los menores no acompañados, que suman varios miles en el archipiélago, donde están a cargo de las autoridades regionales y que en su mayoría "no hablan español", explica Antonio Rodríguez, profesor de psicología en la Universidad de La Laguna.

"Cuando uno se pone en la piel de esos chicos y lo que tuvieron que sufrir para llegar hasta aquí... Abandonan su lugar de vida para aventurarse a un periplo trágico. Esos chicos son supervivientes", estima Rodríguez.

"El fútbol atrae a nivel planetario" y el programa intenta "buscarles equipos de fútbol (para) que puedan integrarse", agrega.

- Perseguir sus sueños -

En una reciente mañana, unos quince jóvenes corren sobre el césped del centro de entrenamiento de Tenerife bajo un sol abrasador.

Entre pitos de silbato, el entrenador les da instrucciones exagerando los gestos para hacerse entender.

Los jóvenes se expresan en wólof, una lengua hablada en Senegal, y Mamadou Ndoye traduce al español.

Senegalés de 17 años, Ndoye llegó hace dos años a Canarias tras pasar once días en el mar, una travesía de la que prefiere no decir nada.

A este seguidor del Real Madrid se le ilumina el rostro cuando habla de fútbol, deporte que los "hace felices". Su sueño, "jugar en clubes buenos, como Barcelona, Paris Saint Germain" o en la propia Tenerife.

En esta isla, muchos jóvenes tienen el mismo anhelo, como Abdou, quien llegó a Canarias hace cuatro años.

Diop les insta a perseguir sus sueños, ya sea ser futbolista o desempeñarse en otra profesión.

Los jóvenes "necesitan el cariño y necesitan tener un psicólogo", y tener contacto "cuanto antes" con su familia, dice Diop.

Él pasó nueve años sin poder visitar a su familia en Gandiol, en el norte de Senegal.

Cuando volvió, fue "un reencuentro muy, muy raro", dice Diop, que recuerda las palabras de su madre: "Mi hijo ha crecido y no lo vi crecer".

A.Fischer--MP