Amenaza de escisión en Syriza, el principal partido de la oposición de Grecia
El principal partido opositor de Grecia, la formación izquierdista Syriza, se encuentra en plena tormenta desde que la militancia eligió como nuevo líder a un ex banquero de Goldman Sachs, y podría incluso sufrir una escisión.
Elegido para sorpresa general en septiembre, Stefanos Kasselakis, un hombre de negocios de 35 años que pasó buena parte de su vida en Estados Unidos, es acusado por algunos dirigentes de querer provocar un giro hacia el centro-derecha de este partido, liderado durante 15 años por el exprimer ministro Alexis Tsipras (2015-2019).
Ahora, el conflicto es tal que se encadenan dimisiones y anuncios de exclusión.
Esta "guerra interna", como la describen varios periódicos, llega en un momento en que Syriza, que ha evolucionado hacia el centro izquierda con Tsipras, se encuentra en dificultades, tras sufrir una abultada derrota en las últimas legislativas griegas frente a los conservadores de Nueva Democracia.
Este duro revés empujó a Alexis Tsipras a tirar la toalla a finales de junio.
En el Parlamento, la que fuera la esperanza de la izquierda radical europea, que en 2015 lideró un enfrentamiento con las instituciones comunitarias y el FMI por la crisis de la deuda, tiene apenas 47 diputados en la cámara, que cuenta con 300 curules.
- "Falta de oposición" -
Stefanos Kasselakis, desconocido en la escena política hasta hace unos meses, anunció que quería excluir a tres exministros de Tsipras, influyentes dirigentes de Syriza que no ocultan su hostilidad hacia él.
Otra salida impactante fue la del eurodiputado Stelios Kouloglou, que anunció el lunes que abandonaba el partido, deplorando "la falta de una oposición seria y la proyección de la vida personal del nuevo presidente en el diálogo público".
"Expulsar (a sus miembros) desde Estados Unidos (donde Kasselakis todavía estaba a principios de semana) a través de X (antiguo Twitter) no es la forma en que funciona un partido", reaccionó Nikos Filis, uno de los tres dirigentes en la mira.
Incluso antes de la llegada del nuevo líder, este exministro de Educación había asegurado que su partido no "necesita un mesías ni una figura política de la generación Instagram".
Una reunión del buró político deberá decidir este jueves la suerte de los tres funcionarios.
"Es probable que nos dirijamos hacia una escisión en el partido", afirma Manos Papazoglou, profesor de ciencias políticas en la Universidad del Peloponeso.
"Nunca ha habido semejante desautorización por parte de los dirigentes de los partidos hacia un líder político", subraya el investigador. "Kasselakis no tiene la mayoría de votos en el buró político" de Syriza.
Panos Skourletis, otro ex dirigente amenazado de exclusión, criticó una "mutación violenta de Syriza". "Si esta tendencia continúa, Syriza se convertirá en un partido de centroderecha sin alma", advirtió.
Las declaraciones de Kasselakis provocaron indignación en las filas de un partido muy arraigado en la izquierda.
Hablando ante los industriales griegos, el nuevo líder aseguró que Syriza ya no "demonizaría" el capital privado.
El capital "es una herramienta de prosperidad", lanzó el sucesor de Tsipras, proveniente a su vez de las juventudes comunistas.
Durante su campaña por la dirección del partido, Stefanos Kasselakis fue acusado por sus detractores de no haber tenido nunca un mandato electoral y de no tener un programa para Syriza.
- Vida personal -
Los medios griegos se focalizaron en su estilo de vida y su homosexualidad, asumida en un país en el que la familia tradicional es el pilar de la sociedad.
Su reciente matrimonio en Estados Unidos con su pareja, un enfermero estadounidense, o el deseo que expresó de recurrir a la gestación subrogada provocaron todo un revuelo mediático.
En caso de ruptura, Syriza no estaría frente a su primera escisión. En 2015, en medio de la agitación por las condiciones de rescate financiero del país, Yanis Varoufakis, exministro de Finanzas, dio la espalda al gobierno de Tsipras para formar su propio partido, Mera25.
"Las fracturas que se producen en los grandes partidos nos han demostrado en el pasado que los pequeños partidos formados por disidentes no logran abrirse paso electoralmente", advierte María Karaklioumi, analista política del instituto RASS.
G.Vogl--MP