La Cámara de EEUU rechaza expulsar a un legislador de origen brasileño acusado de robo a donantes
El congresista republicano George Santos, de origen brasileño y procesado por cargos federales de robo a donantes, permanecerá por ahora en la Cámara de Representantes de Estados Unidos luego de que el miércoles fracasara una votación para expulsarlo.
Legisladores de su partido buscaron distanciarse de Santos, quien ha admitido haber mentido a los votantes inventando gran parte de la historia de su vida, incluidas sus credenciales universitarias y su experiencia laboral, y se negó a dimitir cuando se le advirtió por la tergiversación de los hechos.
Sin embargo, los republicanos cuentan actualmente con una corta mayoría de cuatro escaños de los 435 de la Cámara baja, por lo que perder un miembro habría dificultado aún más la aprobación de leyes para esa formación política y su nuevo presidente del Congreso, Mike Johnson.
La votación para expulsar a Santos fue rechazada con un resultado de 213 votos en contra y 179 votos a favor.
La semana pasada, Santos -hijo de inmigrantes brasileños, de 35 años- se declaró no culpable de acusaciones federales que incluyen el robo de identidades de donantes y de imputarles gastos fraudulentos en sus tarjetas de crédito.
También se le acusa de fraude electrónico y blanqueo de dinero, así como de cobrar prestaciones de desempleo a las que no tenía derecho durante la pandemia de coronavirus, antes de su elección al Congreso.
De haber sido expulsado, hubiera sido la primera vez desde 2002 que la Cámara echa a uno de los suyos. En esa ocasión el demócrata de Ohio James Traficant perdió su escaño por 10 cargos, incluido el de soborno.
La Comisión de Ética de la Cámara inició una investigación sobre Santos en febrero y aún no ha hecho pública ninguna determinación ni conclusión.
Los líderes del panel dijeron el martes que el comité anunciará su "próximo curso de acción" el 17 de noviembre.
Pero el congresista Anthony D'Esposito, de Nueva York, buscó una vía más rápida, presentando la semana pasada el proyecto de ley para expulsarlo y que debía ser aprobado por una mayoría de dos tercios de los miembros presentes de la Cámara.
Legisladores republicanos de Nueva York han pedido a Santos que renuncie pero el cuestionado legislador se ha rehusado.
D.Johannsen--MP