Las incursiones israelíes y las muertes palestinas aumentan en Cisjordania
Más de 190 palestinos murieron baleados en Cisjordania ocupada en cinco semanas de guerra entre Israel y Hamás en Gaza y los defensores de los derechos humanos afirman que ese conflicto dejó a las fuerzas de seguridad israelíes con "las manos libres" en otros escenarios.
En Cisjordania, ocupada desde 1967 y donde las colonias israelíes se expanden cada año, las incursiones del ejército y los bombardeos de los campos de refugiados se multiplican.
Las 190 muertes contabilizadas allí desde el 7 de octubre por el ministerio de Salud palestino son casi tantas como las 208 registradas en los primeros nueve meses del año.
Para Iyad Haddad, de la oenegé israelí B'Tselem, "los casos de palestinos muertos baleados que examinamos demuestran que el ejército israelí y los colonos ahora tienen las manos libres para disparar a los palestinos en Cisjordania, de una manera sin precedentes".
"Tolerancia cero: en caso de duda, sin duda", dijo hace una semana el ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir.
El 7 de octubre, el grupo islamista Hamás, en el poder en la Franja de Gaza, lanzó un ataque en Israel que dejó 1.200 muertos, la mayoría de ellos civiles, según las autoridades israelíes.
El ejército israelí respondió con ataques en la Franja de Gaza que mataron a más de 11.300 personas, dos tercios de ellas mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Hamás.
- En el corazón de las ciudades -
En Cisjordania, el número de muertos también ha aumentado, la mayoría de ellos durante incursiones israelíes en el corazón de las ciudades palestinas o en enfrentamientos posteriores.
El ejército mató el lunes a ocho palestinos, según el ministerio de Salud.
El primero, un taxista de 66 años, murió por la mañana en Hebrón, en el sur de Cisjordania. "Un soldado [israelí] escuchó disparos y respondió", dice el ejército israelí. En Hebrón, varios testigos aseguran que el hombre no participó en ningún acto de violencia.
Más tarde, en Tulkarem, en el norte, siete palestinos murieron en una nueva operación del ejército israelí, según el ministerio de Salud palestino.
El martes otra palestino murió cerca de Hebrón, según la misma fuente.
El ejército israelí asegura que estas operaciones responden a un "aumento significativo de ataques terroristas" en Cisjordania con "más de 550 intentos de atentados desde el inicio de la guerra" en Gaza.
El ejército anunció el jueves que había arrestado a "más de 20 sospechosos buscados", incluidos dos milicianos de la Yihad Islámica que luchan junto a Hamás en Gaza, que estaban "disparando" contra sus soldados en Yenín, en el norte de Cisjordania.
Esa operación dejó 14 muertos y es la más mortífera en Cisjordania desde al menos 2005, cuando la ONU comenzó a contar los palestinos muertos en incursiones israelíes en territorio palestino, según el ministerio de Salud palestino.
En el hospital de Yenín, el doctor Pedro Serrano, de Médicos sin Fronteras (MSF), dice que "la mayoría de los pacientes que llegaron habían recibido disparos en el abdomen y las piernas".
El 26 de octubre, Sayed Homeidat, de 17 años, murió en el campamento de refugiados de Jalazon, al norte de Ramala, por un disparo de un soldado israelí desde al menos 100 metros de distancia, según las oenegés Al Haq y B'Tselem, así como testigos entrevistados por AFP.
Según estos testigos presenciales, el ejército había bloqueado la carretera que separa el campo de la colonia cercana de Bet El para reparar un muro.
Fue entonces cuando varios jóvenes arrojaron piedras a los soldados aunque Sayed, según los testigos, mantuvo la distancia y no participó.
Para Omran al Rechq, de la oenegé palestina Al Haq, "está muy claro (...) que los soldados israelíes disparan a matar aunque no corran peligro".
E.Schmitt--MP