Líderes mundiales acuden a una cumbre climática ensombrecida por la guerra en Gaza
Más de 140 líderes mundiales se reúnen este viernes y sábado en Dubái para una cumbre en el marco de la conferencia climática COP28, una cita ensombrecida por la guerra entre Israel y Hamás.
La COP28 es la conferencia sobre el cambio climático más grande hasta la fecha, con cerca de 104.000 participantes inscritos según los últimos datos la presidencia emiratí del evento.
Una presidencia en manos de la séptima potencia petrolera mundial, lo que añade desconfianza a las negociaciones.
El presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, obtuvo sin embargo un triunfo diplomático en la apertura de la conferencia al lograr la aprobación por unanimidad del lanzamiento de un fondo de pérdidas y daños en favor de los países más afectados.
Ese fondo, reclamado durante más de tres décadas por los países en desarrollo, fue negociado en un tiempo récord y empezará a funcionar en 2024 bajo el control del Banco Mundial, con una dotación inicial de unos 400 millones de dólares.
En la primera jornada de discursos está prevista la intervención entre otros del rey Carlos III y del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que acude a Dubái con un plan internacional de preservación de selvas tropicales que podría implicar a unos 80 países.
- Solidaridad con los palestinos -
La cumbre climática se ve oscurecida por la reanudación de los combates en Gaza, tras el fin de la tregua entre Israel y Hamás.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, anuló a última hora su participación en la cumbre. Sí estará presente el presidente israelí, Isaac Herzog.
Las manifestaciones de solidaridad con los palestinos han proliferado desde el arranque de la COP28, tanto entre las delegaciones de países en desarrollo como de las organizaciones ecologistas.
- ¿Cómo abandonar los combustibles fósiles? -
Tradicionalmente, los líderes del planeta acuden a las COP con anuncios de planes e inversiones ecológicas bajo el brazo, para enfrentar las grandes expectativas de los activistas y de los climatólogos, ante un año 2023 que ha roto todo tipo de récords.
El planeta ha vivido su año más cálido hasta la fecha, y su nivel de emisiones de gases de efecto invernadero también fue récord.
Al ritmo actual, según los climatólogos, el planeta se encamina a un aumento de su temperatura media de entre 2,5 ºC y 2,9 ºC este siglo, cerca del doble del objetivo ideal (+1,5 ºC).
Para frenar ese calentamiento es esencial acelerar la salida de los combustibles fósiles, advierten los expertos.
Salir cuanto antes, sin condiciones, o de manera gradual, dejando margen a la situación individual de cada país, es un debate en el seno de la comunidad internacional que no se ha resuelto, a pesar de años de discusiones.
La COP28 será otro round de ese combate, que debe culminar en la declaración final, prevista oficialmente para el 12 de diciembre.
Esa declaración debe plasmar una multitud de compromisos, tanto en términos de mitigación de la polución como de adaptación al cambio climático, de impulso a las energías renovables o de preservación ecológica.
Los países que firmaron el histórico Acuerdo de París de 2015 (COP21) se comprometieron con una serie de planes nacionales de mitigación, adaptación y cambio energético (NDC por sus siglas en inglés).
En septiembre hicieron su primer balance, que en palabras de Simon Stiell, jefe del organismo de la ONU para el cambio climático, es como un vaso "medio vacío".
Por el momento apenas 38 países han actualizado sus NDC. En Dubái hay que fijar un nuevo marco general, nuevos objetivos, mucho más ambiciosos, y un refuerzo de la contabilidad, de la vigilancia mutua.
Ese debate técnico promete jornadas de negociación arduas.
Una vez los líderes abandonen Dubái, los negociadores que dejen atrás deberán "adoptar un espíritu diferente" si quieren convencerse de que "el compromiso es esencial", advirtió el presidente de la COP28.
H.Erikson--MP