Investigación de la AFP sobre el ataque contra periodistas en Líbano: por qué se apunta a un proyectil de blindado israelí
Una investigación de la Agencia France-Presse (AFP) publicada este jueves sobre el bombardeo que mató a un periodista e hirió a otros seis en el sur de Líbano el 13 de octubre apunta a un proyectil de blindado israelí.
Realizada junto a Airwars, una oenegé de expertos independientes especializada en investigaciones de ataques contra civiles en situaciones de conflicto, la investigación reveló que la munición involucrada en el ataque es un proyectil de tanque de 120 mm, que en esa frontera de alta tensión sólo es utilizado por Israel.
La pesquisa determinó que los disparos probablemente provinieron del sureste de la posición de los periodistas, cerca de la localidad israelí de Jordeikh, donde operaban tanques israelíes.
La naturaleza de los disparos y la ausencia de actividad militar en las inmediaciones del lugar donde estaban los periodistas indican que el ataque fue deliberado y dirigido.
La investigación se basa en evidencias reunidas a partir de testigos, del análisis de registros de videos hechos antes y durante el ataque, imágenes satelitales y un fragmento de munición hallado en el lugar analizado por expertos.
- Los hechos -
El grupo de siete periodistas de Reuters, Al Jazeera y la AFP fue alcanzado poco después de las 18H00 locales por dos bombardeos -separados por un breve intervalo- mientras filmaban enfrentamientos entre el ejército israelí y grupos armados en el sur de Líbano.
Desde el inicio de la guerra en Israel y en la franja de Gaza el 7 de octubre, el Hezbolá libanés y los brazos locales de los grupos palestinos Hamás y Yihad Islámica habían estado intercambiando disparos con las fuerzas israelíes de forma casi diaria en esa región de la frontera.
Issam Abdallah, un periodista de la agencia Reuters de 37 años, murió instantáneamente tras el primer ataque.
Los otros seis resultaron heridos. La fotógrafa de la AFP Christina Assi, de 28 años, sufrió lesiones graves por las que le amputaron una pierna y todavía está en el hospital.
- Munición israelí –
Cerca del cuerpo de Abdallah se halló un gran fragmento de munición, que fue analizado por seis expertos en armamento a pedido de la AFP y de Airwars.
Todos concuerdan en que los restos son de un proyectil de 120mm que el ejército israelí usa en sus tanques Merkava. Ningún otro grupo u organización militar en la región utiliza este tipo de munición, afirmaron los analistas.
La oenegé Human Rights Watch concluyó que los disparos fueron "aparentemente ataques deliberados contra civiles, algo que constituye un crimen de guerra", y que "deberían o podrían ser objeto de procesos judiciales por crímenes de guerra".
Amnistía Internacional afirmó por su parte que se trató "probablemente de un ataque directo contra civiles, que debe ser investigado como un crimen de guerra".
No fue posible identificar con precisión qué tanque realizó los disparos, pero la investigación identificó una posición militar cercana al pueblo israelí de Jordeikh de la cual, según los expertos, posiblemente procedieron los tiros.
Imágenes satelitales muestran que había tanques israelíes operando desde ese lugar en aquel momento.
"Lamentamos mucho la muerte del periodista", dijo un portavoz del ejército israelí tras el ataque, sin reconocer la responsabilidad, y añadió que Israel estaba "investigando" el hecho.
- Ataques dirigidos –
En el momento del ataque, los periodistas estaban filmando bombardeos israelíes en territorio libanés desde lo alto de una colina despejada. Todos estaban equipados con cascos, chalecos antibalas identificados con la palabra "Prensa", y tenían sus cámaras colocadas sobre trípodes.
Múltiples testigos aseguraron que en la hora previa al ataque no había actividad militar ni señales de ningún grupo armado presente en las inmediaciones.
Para los expertos, es improbable que el ejército israelí los haya confundido con combatientes, dada la sofisticación de sus sistemas de vigilancia. Grabaciones de video dejan claro que un helicóptero y un dron sobrevolaron el área a baja altitud antes del ataque.
El hecho de que los periodistas fueron alcanzados por dos bombardeos que cayeron a pocos metros de distancia, separados por un intervalo de 37 segundos, excluye la hipótesis de un ataque accidental, sostienen los expertos.
A.Kenny--MP