Arabia Saudita, líder de los países árabes en la COP28 pese a algunas divergencias
Arabia Saudita, feroz oponente a abandonar los combustibles fósiles, domina el bloque árabe en las negociaciones sobre el clima de la COP28 a pesar de los intereses divergentes, especialmente con Emiratos Árabes Unidos, el país anfitrión de la conferencia.
"Estamos viendo divergencias entre Emiratos Árabes Unidos y otros grandes estados petroleros sobre el futuro de los combustibles fósiles", apunta Jim Krane, del Baker Institute de la Universidad de Houston, en Estados Unidos.
Arabia Saudita, el mayor exportador de crudo del mundo, rechaza que se mencionen los combustibles fósiles en los texto firmados bajo auspicios de la ONU.
En cambio el presidente emiratí de la COP28, Sultan Al Jaber, afirma querer un acuerdo histórico, que hable del futuro del petróleo, el carbón y el gas.
De entre los 22 países árabes, Arabia puede contar con el apoyo de los seis miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), llamados por su secretario general a movilizarse contra una salida de los combustibles fósiles.
Estos estados, así como Catar, un gran productor de gas, dependen de los hidrocarburos para financiar sus economías y sus proyectos de desarrollo, apunta Laury Haytayan, directora para la región MENA (Medio Oriente y Norte de África) del Natural Resource Governance Institute, con sede en Bruselas.
Arabia Saudita lanzó un programa de reformas para transformar el país en un centro de negocios y turismo. "Para lograr su visión de 2030, necesita el dinero del petróleo", agrega la experta.
Para los sauditas, "a pesar de que viven en una de las regiones más cálidas del planeta, salvar el petróleo es más importante que salvar el clima", apunta por su parte Jim Krane.
El caso de Emiratos es distinto, se sienten "más cómodos con el abandono gradual de los combustibles fósiles ya que su economía está mucho más diversificada que la de la mayoría de los miembros de la OPEP", dice Krane.
Según él, el pequeño país del Golfo piensa sobre todo "en el prestigio que conlleva ser anfitrión de una COP exitosa".
- Primera economía árabe -
Los países árabes que no tienen petróleo han apoyado tradicionalmente a Arabia Saudita pero ahora los intereses de Riad chocan con sus propios objetivos medioambientales, agrícolas y de salud, señalan varias oenegés, sobre todo porque la región es una de las más afectadas del mundo por el aumento de las temperaturas.
"Este año hemos identificado los efectos del cambio climático en los oasis de Marruecos, en la agricultura de Egipto, Túnez, Argelia o incluso en los bosques de cedros de Líbano", apunta la directora de Greenpeace para Oriente Medio y el Norte de África (MENA), Ghiwa Nakat.
Incluso en Arabia Saudita, la peregrinación anual a La Meca, que se supone que todo musulmán debe hacer al menos una vez en la vida, "se volverá muy difícil si las temperaturas suben 2 grados".
Pero Arabia Saudita es también la economía más grande del mundo árabe y un importante donante de fondos a países no petroleros, incluidos Jordania, Egipto y Líbano.
En la COP28, las delegaciones de estos países, muy centrados en el turismo, tienen fervientes defensores del clima.
"Algunos hacen oír su voz, otros no, probablemente debido a esta dependencia", dice Nakat, quien apuesta en cambio por países como Marruecos, recientemente clasificado entre los diez más activos del mundo en la lucha contra el calentamiento global.
Y.Ingvar--MP