La inflación obliga a la gobernadora del Banco Central de Turquía a volver a casa de sus padres
Consecuencia del aumento masivo de los precios, la gobernadora del Banco Central de Turquía afirma que se vio obligada a volver a casa de sus padres, una situación habitual entre los jóvenes turcos pero no tanto para una exdirectiva de Wall Street.
"No hemos encontrado alojamiento en Estambul. Es terriblemente caro. Nos hemos instalado en casa de mis padres", explicó Hafize Gaye Erkan al diario turco Hurriyet.
La gobernadora, primera mujer en dirigir la institución, asumió su cargo a principios de junio tras la reelección del presidente Recep Tayyip Erdogan.
La banquera, de 44 años, vivía desde hace dos décadas en Estados Unidos, donde ocupó puestos de responsabilidad en varios grandes bancos, entre ellos Goldman Sachs.
"¿Es posible que Estambul se haya vuelto más cara que Manhattan?", se pregunta la directiva.
La inflación alcanzó en noviembre el 62% interanual en Turquía, impulsada en particular por la devaluación de la lira turca, y los precios de los alquileres aumentaron un 77,1% en el mismo periodo en Estambul, según un estudio de la universidad Bahçesehir.
Para intentar frenar la inflación, el Banco Central turco elevó su tasa de interés del 8,5% al 40% desde junio.
"Estamos llegando al final de las medidas de endurecimiento monetario", indica no obstante la gobernadora del Banco Central.
Ante las protestas de inquilinos, amenazados por el alza de los precios, el gobierno turco limitó la revisión de los alquileres de viviendas al 25%.
Pero según expertos, esta medida no ha hecho más que agravar las tensiones, empujando a numerosos propietarios a intentar deshacerse por todos los medios, a veces fraudulentos, de sus inquilinos para volver a alquilar sus bienes incluso hasta más caros.
P.Mueller--MP