Una escuela talmúdica quiere revitalizar una ciudad israelí vaciada por conflicto con Hamás
Muchos de los habitantes de Sederot se marcharon tras el sangriento asalto de Hamás el 7 de octubre, pero una escuela talmúdica reanudó sus clases para revitalizar a esta ciudad israelí muy cercana de la Franja de Gaza.
En la sala de estudio de la yeshivá (escuela talmúdica) de Sederot, las conversaciones de los alumnos se mezclan con el estruendo de los disparos del ejército israelí hacia la Franja, a menos de 5 km.
La mayoría de los 35.000 habitantes de la ciudad no volvieron tras ser evacuados luego del ataque de los comandos del grupo islamista palestino el 7 de octubre, que dejó en el lugar al menos 40 muertos, entre ellos varios policías de la comisaría que fue atacada durante varias horas.
En total, el ataque de Hamás dejó unos 1.140 muertos, en su mayoría civiles, en territorio israelí, según un recuento de la AFP a partir de datos oficiales israelíes. Unas 250 personas fueron secuestradas, de las que 129 siguen cautivas en Gaza, según Israel.
Como respuesta, Israel prometió "aniquilar" a Hamás, en el poder en Gaza desde 2007, y bombardea masivamente este territorio palestino, bajo asedio total desde el 9 de octubre. Esta ofensiva ha dejado más de 20.400 muertos, mujeres y menores en su mayoría, según el ministerio de Salud de Hamás.
- "Guardianes de la ciudad" -
La yeshivá de Sederot, instalada desde hace tres décadas en esta pequeña ciudad del sur de Israel, cerró inmediatamente después del ataque.
Pero el instituto y sus 600 alumnos han sido los primeros en volver.
"Sederot es una ciudad en vías de desarrollo (...) Hemos venido a reforzar la ciudad con la Torá y el sionismo", explica a la AFP su director espiritual, el rabino David Fendel.
"Cuando tienes la fuerza de cientos de jóvenes idealistas, la vida en Sederot da un giro", dice el rabino.
Este centro es uno de los institutos clave del sionismo religioso y su dirigente considera que en el futuro tiene que haber "una presencia judía" en el interior de la Franja de Gaza, de donde Israel retiró su ejército y sus colonos en 2005.
En la madrugada del 7 de octubre, los alumnos y los profesores estaban rezando en el último día de la fiesta judía de Sucot cuando oyeron las alertas y luego escucharon disparos en la calle, a pocos metros de la yeshivá.
Algunos de los estudiantes, reservistas del ejército, salieron a combatir, y otros ayudaron a curar a los heridos y a evacuarlos.
"Queremos ser los guardianes de la ciudad y estudiamos la Torá aquí porque es el fundamento de la nación judía", afirma Fendel.
- "Dar ejemplo" -
El ejército los autorizó a regresar, pero ahora hay menos estudiantes, ya que muchos de ellos han sido movilizados y luchan en Gaza contra Hamás.
Para Ron Amar, de 20 años, que estudia desde hace dos años y medio en este centro, "volver fue un 'shock' porque la ciudad está vacía" pero afirma que quieren "dar ejemplo y animar" a los habitantes de Sederot.
Amar, voluntario en los equipos de rescate, recuerda ese 7 de octubre y "los cuerpos en el suelo" en las calles. Tuvo que "mantener la calma", explica el estudiante. "Estamos acostumbrados a los disparos de cohetes (desde la Franja) pero esta vez fue diferente".
Los vecinos de Sederot, evacuados temporalmente al centro de Israel, van regresando de a poco a sus casas, pero las calles de la ciudad siguen vacías y la mayoría de los comercios cerrados.
"Estar aquí es afirmar a Hamás que no nos han ganado, que no huimos y seguimos firmes", afirma Amar.
"Debemos reforzar nuestras oraciones para nuestros soldados, nuestros rehenes y para el pueblo de Israel", insiste el rabino Fendel.
"La ciudad nos necesita", zanja.
E.Schmitt--MP