Gobierno panameño constata que polémica mina de firma canadiense dejó de operar
Ministros y funcionarios del gobierno de Panamá constataron en una visita este jueves el cese de operaciones de la firma canadiense que operaba la mayor mina de cobre a cielo abierto de Centroamérica, como ordenó en noviembre la Corte Suprema tras más de un mes de masivas protestas contra la minería.
"Hemos comprobado y los veedores ambientales han verificado que la mina no está operando", dijo a periodistas el ministro panameño de Medio Ambiente, Milciades Concepción, durante un recorrido junto a grupos de la sociedad civil y representantes de la minera canadiense First Quantum Minerals, que la explotaba.
Esa compañía cesó operaciones en Panamá después de que el 28 de noviembre de 2023 la Corte Suprema declarara inconstitucional el acuerdo al que había llegado con el gobierno para operar la mina por 20 años prorrogables.
La decisión judicial se produjo tras más de un mes de multitudinarias protestas contra el acuerdo alcanzado entre el gobierno y la empresa canadiense para seguir las operaciones, iniciadas en 1997.
Ahora solo hay silencio y un puñado de trabajadores donde hace unos meses la actividad era frenética para la extracción del cobre en la considerada como la mayor mina a cielo abierto de ese mineral en Centroamérica, ubicada en Donoso, en la caribeña provincia de Colón y a 240 km de la capital.
De sacar 300.000 toneladas de concentrado de cobre anuales desde 2019, que representaban el 75% de las exportaciones panameñas y el 5% del PIB del país, se ha pasado ahora a preservar unas gigantescas instalaciones condenadas al cierre.
Como permiten ver imágenes tomadas por la AFP, la maquinaria está paralizada y los pocos empleados a la vista tratan de mantener las instalaciones para evitar su deterioro. Los caminos y el puerto para sacar el cobre están desiertos, aunque se puede ver alguna máquina excavadora en la cantera.
"Las operaciones de extracción, mineras y comerciales están detenidas", agregó el ministro de Comercio, Jorge Rivera.
Las autoridades panameñas acudieron a la mina para ver su estado, de cara a elaborar un futuro plan de cierre "ordenado" que puede durar años. Además, tratan de evitar cualquier tipo de contaminación tras la paralización.
"Se está en la etapa de cuido y mantenimiento" de las instalaciones, dijo Concepción, quien ha sido cuestionado por su apoyo al fallido contrato de concesión.
"Nosotros hemos hecho análisis químicos que nos van a decir si hay contaminación, pero a simple vista no se han visto cosas irregulares", añadió.
Grupos ambientalistas y organizaciones sindicales han acusado a la minera canadiense de producir daños severos en el medioambiente y consideran insuficientes los aportes anuales de 375 millones de dólares en concepto de regalías.
"Estamos elaborando un plan de cierre ordenado de la mina" que "nos permita reencontrarnos como panameños", tras las protestas antimineras, declaró Rivera.
Ch.Mayr--MP