Milei hablará en la apertura del Congreso argentino, al que llamó "nido de ratas"
El presidente de Argentina, Javier Milei, hablará este viernes en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, en medio de un clima social tenso signado por huelgas o movilizaciones y un aumento de la inflación, la pobreza y la indigencia.
"Nido de ratas", "delincuentes", "traidores", "corruptos", "símbolos de casta": Milei no ha escatimado en calificativos de esta clase para con los legisladores frente a los cuales hablará en cadena nacional.
"Tienen que aceptar que la gente odia a los políticos", aseguró en declaraciones a la prensa. Además, en una entrevista reciente con el Financial Times, dijo: "No necesito del Congreso para salvar la economía".
El consultor y analista político Raúl Timerman estimó que Milei "es y va a seguir siendo así".
"Es lo que lo mantiene bien posicionado en términos de opinión pública", comentó a la AFP, al detallar que Milei conserva un 50% de imagen positiva del 55% que tenía al momento de su asunción el 10 de diciembre.
Milei brindará el discurso a las 21H00 locales (00H00 GMT) en vez de al mediodía, como es tradición, para coincidir con el horario de mayor audiencia televisiva y en medio de un fuerte operativo de seguridad.
En tanto, organizaciones sociales y políticas convocaron protestas al caer la noche.
El evento encuentra un país que desde el comienzo de la nueva administración acumuló más de 50% de inflación y un nivel de pobreza que alcanza a más de la mitad de la población.
"Algo había que hacer", "hay que aguantar", "en algún momento va a mejorar", es lo que dice el electorado argentino que apoya al mandatario ultraderechista, explicó Timerman en base a estudios realizados por la consultora que dirige, Grupo de Opinión Pública.
- "Idiotas útiles" -
Diez días después de asumir su mandato, Milei lanzó un decreto presidencial (DNU) con el cual modificó o derogó más de 300 normas, entre ellas la ley de alquileres, la de abastecimiento y controles de precio.
Luego se intentó aprobar ante el Congreso una apodada "Ley ómnibus" con 664 artículos que buscaban cambios estructurales, como la posibilidad de privatizar 41 empresas estatales, u otras normas más curiosas, como exigir a los jueces que usen toga negra y un martillo, algo que no existe en Argentina.
Pero la ley no tuvo el éxito que el gobierno esperaba y el propio Milei ordenó retirarla como proyecto.
A los dirigentes políticos opositores que criticaron el DNU los llamó "idiotas útiles". A los diputados, propios y ajenos, que no aprobaron los artículos de la "Ley ómnibus", los catalogó de traidores y los mencionó uno por uno en la red social X.
El fracaso de la ley fue interpretado por Milei como un triunfo, porque, según dijo a periodistas, dejó en evidencia que los gobernadores provinciales a quienes responden muchos legisladores "son unos delincuentes".
En respuesta a sus draconianos ajustes fiscales, las principales confederaciones de trabajadores, junto con partidos políticos opositores, han realizado un paro nacional y diversas huelgas sectoriales en reclamo de mejoras salariales.
Las organizaciones sociales también protestan por la suspensión del envío de alimentos por parte del gobierno a miles de comedores comunitarios.
El Fondo Monetario Internacional, que prevé una contracción económica de 2,8% en 2024 para Argentina, saludó las medidas tomadas por el gobierno pero recomendó que éstas se calibren para proteger a los sectores sociales más pobres del país.
"Mi ajuste es más fuerte que el del FMI", aseguró Milei a la prensa en reiteradas oportunidades, en referencia a su compromiso de acabar el año con un superávit de 3% del PIB.
En 2018, bajo la presidencia de Mauricio Macri, Argentina contrajo una deuda con el organismo por 57.000 millones de dólares, de los cuales recibió algo más de 44.000 millones.
Ch.Mayr--MP