Los conservadores se imponen sin sorpresas en unas legislativas marcadas por la abstención en Irán
Los conservadores reforzaron su control del Parlamento iraní, en las elecciones legislativas del viernes pasado que estuvieron marcadas por una abstención récord desde la fundación de la República Islámica en 1979.
El Ministerio del Interior anunció cuatro días después de los comicios que la tasa de participación fue de 41%.
En total, 25 millones de los 61 millones de electores "participaron, lo que representa una tasa de 41%", declaró el ministro del Interior, Ahmad Vahidi, en una conferencia de prensa.
Esta cifra es inferior a la registrada en las anteriores legislativas de 2020 en las que participó 42,57% del electorado, pese a las perturbaciones de la pandemia del covid.
Antes de la votación, hubo llamados a la abstención tras la descalificación de numerosos candidatos moderados o reformistas.
Los iraníes votaron para elegir a los 290 diputados del Parlamento y a los 88 miembros de la Asamblea de Expertos, que se encarga de nombrar al guía supremo.
La participación era el principal desafío de estos comicios, considerados como una prueba para el gobierno, ya que eran los primeros desde el movimiento de contestación que sacudió a Irán tras la muerte en septiembre de 2022 de Masha Amini, detenida por no llevar el velo correctamente.
La principal coalición de partidos reformistas, el Frente Reformista, anunció que no participaría en estas "elecciones sin sentido" tras la descalificación de varios de sus candidatos.
- Los reformistas, minoritarios -
Debido a este boicot, el próximo Parlamento estará bajo control de los partidos conservadores y ultraconservadores, movimientos del gobierno del presidente Ebrahim Raisi, elegido en 2021.
El número de diputados reformistas o centristas será de 45, según las estimaciones de diarios moderados.
La mayoría de los elegidos apoya una línea estricta sobre los valores de la República Islámica y tiene una postura firme con los países occidentales, en particular Estados Unidos e Israel, que no mantienen relaciones diplomáticas con Irán.
Para 45 de los 290 escaños será necesaria una segunda vuelta, que se celebrará en abril o mayo.
La Asamblea de Expertos, compuesta de 88 clérigos, también estará dominada por los conservadores. Se espera que este órgano desempeñe un papel clave en el proceso de designación del próximo líder supremo.
El ministro del Interior Ahmad Vahidi se congratuló el lunes de que, "pese a la poderosa propaganda sin precedentes de los enemigos y del uso de todos los instrumentos para disuadir a la gente de votar, y pese a los problemas económicos, el pueblo mostró una magnífica movilización".
Cuestionó a las fuerzas "nefastas, cuyos servicios de inteligencia y grupos terroristas" trataron de "sabotear la seguridad" de las elecciones sin lograrlo.
No dio detalles sobre sus "enemigos", pero el guía supremo, el ayatolá Ali Jamenei había cuestionado a Estados Unidos, Israel y algunos países europeos.
Estados Unidos consideró el jueves que las elecciones no fueron "libres" ni "equitativas".
La composición definitiva del Parlamento solo será conocida después de la segunda vuelta a celebrarse en abril o mayo para 45 de los 290 escaños.
Con base en el análisis de las diferentes listas, 200 de los 245 diputados pertenecen al bando de los "principalistas", como se denomina a todas las tendencias conservadoras, hasta las más extremas.
Los más extremos son partidarios de una línea estricta sobre los valores de la República islámica, como llevar obligatoriamente el velo y son muy firmes frente a los países occidentales.
Los responsables de esas tendencias han estado discretos y ninguno ha cantado victoria.
Muchos lograron reelegirse con dificultad, como el presidente saliente del Parlamento, Mohammad Bagher Qalibaf, que podría ver cuestionada su presidencia.
En todo el territorio, esta vez 11 mujeres fueron elegidas, cuando en la actualidad hay 16 en el Parlamento.
H.Erikson--MP