Ayuno y funerales: la violencia ensombrece el Ramadán en Cisjordania
El ambiente habitualmente festivo de las noches del Ramadán se ve este año ensombrecido por la violencia en Cisjordania, asegura el director de un hospital de Yenín, donde se concentran las hostilidades desencadenadas por la guerra en Gaza.
En vez de romper el ayuno diario del Ramadán con la familia y los amigos, "por la noche intentamos no salir (...) porque la noche no es segura", asegura el director del hospital de Yenín, Wisam Bakr.
"En cualquier momento puede haber una operación" de las fuerzas israelíes, afirma. "Tengo miedo por mí, pero también por mis hijos".
Desde el inicio de la guerra desencadenada por el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre, su hospital ha recibido 44 cadáveres y 264 heridos, explica Bakr.
Este aumento de la violencia atemoriza a la población de esta ciudad en el norte de Cisjordania, cuyo campo de refugiados, uno de los más pobres y poblados de los Territorios Palestinos, es un bastión de grupos armados.
En pleno Ramadán, un mes normalmente marcado por los grandes festines cuando cae la noche y termina el ayuno, las calles están más tranquilas de lo habitual y las celebraciones son más discretas.
Esta atmósfera sombría no se da solo después de las operaciones militares israelíes, sino todo el tiempo, dice Mohamed Omar, un pastelero que ha pasado toda la vida en el campo de refugiados de Yenín.
"No hay nadie" en las calles. "La gente se queda en casa, tiene miedo de los bombardeos y no tiene dinero para gastar", afirma.
- "Tristeza, enfado, dolor" -
Desde el inicio de la guerra en Gaza, más de 440 palestinos murieron por disparos de soldados o colonos israelíes en Cisjordania, un territorio ocupado por Israel desde 1967.
En Yenín, un bombardeo israelí mató el miércoles a un comando local del brazo armado de la organización Yihad Islámica y otros dos palestinos acusados por Israel de preparar atentados. Otro hombre, herido por este ataque, falleció el jueves, según la Autoridad Palestina.
La semana pasada, dos hombres fueron abatidos en el perímetro del hospital. El ejército israelí dijo entonces que había llevado a cabo una operación "antiterrorista" contra "sospechosos armados".
Wisam Bakr enseña en su teléfono las imágenes de uno de ellos, Mahmud Abu al Haija, al que mataron frente a la puerta del servicio de urgencias.
La tía de este hombre, Farha, asegura a la AFP que su sobrino "no era combatiente ni alguien que llevara un arma" y dice que solo buscaba protección dentro del hospital.
Las imágenes tomadas por la AFP en sus funerales muestran a los dos hombres envueltos con la bandera verde de Hamás y una cinta con el nombre de las Brigadas Ezedín Al Qasam, el brazo armado del movimiento islamista palestino.
"Nosotros, los musulmanes, estamos impacientes por celebrar el Ramadán", pero este año "las familias han perdido a un miembro y hay tristeza, enfado, dolor en los corazones", explica Farha Abu al Haija.
"El Ramadán nunca ha sido así", afirma Mojles Turkman, un hombre de 29 años en la procesión funeraria del dirigente de la Yihad Islámica muerto el miércoles en un ataque de Israel.
El joven conducía de vuelta a casa cuando escuchó el ruido del bombardeo y, en vez de ir a romper el ayuno con su familia, decidió asistir al funeral.
"Queremos demostrar que estamos cerca de sus familias, mostrarles que estamos todos unidos", dice rodeado por otros jóvenes que disparan sus armas automáticas hacia el cielo.
D.Wolf--MP