Los combates arrecian en Gaza y Guterres pide poner fin a la "pesadilla" de la guerra
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió este domingo a Israel eliminar los "obstáculos" para la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y un alto el fuego inmediato para poner fin a la "pesadilla" tras más de cinco meses y medio de guerra.
Los bombardeos y los combates azotan sin descanso a este territorio palestino, donde la población está al borde de la hambruna por el cerco decretado por Israel a inicios del conflicto con el movimiento islamista Hamás.
En el plano diplomático, no hay un avance tangible en las negociaciones para una tregua, pese al aumento de la presión de Estados Unidos, el principal aliado de Israel.
En las últimas 24 horas, se registraron 84 muertos más en Gaza, según el Ministerio de Salud de este territorio gobernado desde 2007 por el movimiento islamista Hamás.
Guterres afirmó este domingo desde Egipto que "es necesario que Israel elimine los últimos obstáculos" a la ayuda para la Franja de Gaza.
Guterres reiteró su llamado a un "alto el fuego humanitario inmediato" para aliviar "la difícil situación de los niños, mujeres y hombres palestinos que luchan por sobrevivir a la pesadilla en Gaza", durante una rueda de prensa junto al canciller egipcio, Sameh Shoukry, en El Cairo.
El sábado, el jefe de la ONU visitó el paso fronterizo de Rafah, a las puertas de Gaza, donde se concentran 1,5 millones de palestinos, la mayoría desplazados por el conflicto.
El paso terrestre entre Egipto y Rafah es el principal punto de entrada de ayuda humanitaria, pero la asistencia para los 2,4 millones de gazatíes entra a cuentagotas.
"Mirando a Gaza, casi parece que los cuatro jinetes [del Apocalipsis], la guerra, el hambre, la conquista y la muerte, estén galopando por ella", declaró Guterres.
"El mundo entero reconoce que ya es hora de silenciar las armas y garantizar un alto el fuego humanitario inmediato", agregó Guterres.
La guerra fue desencadenada por el ataque de Hamás llevado a cabo el 7 de octubre en Israel, que dejó unos 1.160 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos israelíes.
Los milicianos de Hamás también tomaron 250 rehenes, de los cuales Israel cree que unos 130 siguen en Gaza, incluyendo 33 que habrían muerto.
El gobierno israelí es objeto de una creciente presión internacional para que reduzca sus bombardeos y su ofensiva terrestre en Gaza, que según el Ministerio de Salud del territorio se han cobrado la vida de 32.226 personas, en su mayoría mujeres y niños.
- "Todo se derrumbó" -
En Rafah, Hasan Zanoun, mira con desolación los restos de su casa destruida en un bombardeo nocturno.
"Mis hijos y yo dormíamos aquí", relató. "Me sorprendió nos escuchamos el sonido de ningún cohete y de repente todo se derrumbó sobre nuestras cabezas, las bombas y los gritos".
Estados Unidos, Catar y Egipto intentan mediar en una nueva tregua, que permita dar más asistencia humanitaria a la población de Gaza y la liberación de rehenes israelíes retenidos por Hamás.
El jefe de la inteligencia de Estados Unidos, Bill Burns, y el director del Mosad israelí, David Barnea, dejaron Catar en la noche del sábado para informar a sus respectivos equipos en sus países sobre la última ronda de conversaciones, indicó este domingo una fuente cercana a la negociación, que habló bajo condición de anonimato.
Hamás informó a mediados de marzo a los negociadores que estaba dispuesto a una tregua de seis semanas, que incluyera la liberación de rehenes a cambio de palestinos presos. Pero un alto dirigente del movimiento indicó el sábado a AFP que persisten "profundas divergencias" para alcanzar un acuerdo.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, viaja este domingo a Estados Unidos, donde se reunirá con altos funcionarios del gobierno de Washington, que aumenta las presiones para un cese el fuego.
Uno de los puntos de fricción es que Israel anunció que lanzará una ofensiva en Rafah para lograr una victoria "total" sobre Hamás, pese a las advertencias de Estados Unidos que cree que una operación militar en esta localidad puede "aislar más a Israel".
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, replicó el viernes que esperan lanzar esta ofensiva con el apoyo de Estados Unidos, pero que de ser necesario, lo harán solos.
Netanyahu también enfrenta presiones internas y el sábado una concentración de familiares de rehenes delante del Ministerio de Defensa terminó con enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad.
S.Kraus--MP