Rusia impone en la ONU el fin del sistema de control de sanciones a Corea del Norte
Acusada por Occidente de importar armas de Corea del Norte, Rusia impuso este jueves el fin del sistema de seguimiento de sanciones de la ONU contra Pyongyang y su programa nuclear, una decisión denunciada por numerosos miembros del Consejo de Seguridad.
Moscú vetó un proyecto de resolución que prorrogaba por un año el mandato del comité de expertos que supervisa estas sanciones y fue apoyada por 13 de los 15 integrantes del organismo. China se abstuvo.
"Lo que Rusia ha hecho hoy socava la paz y la seguridad en el mundo, todo para promover un acuerdo corrupto que Moscú ha sellado" con Pyongyang, reaccionó Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Corea del Norte es objeto desde 2006 de sanciones del Consejo de Seguridad, relacionadas sobre todo con su programa nuclear, y que fueron reforzadas varias veces en 2016 y 2017.
Desde 2019, Rusia y China han intentado en vano convencer al Consejo de que alivie estas medidas, que no tienen fecha de caducidad.
En este contexto, Moscú considera que "el comité continúa centrando su trabajo en cuestiones irrelevantes que no están a la altura de los problemas que enfrenta la península", según comentó el embajador ruso Vassili Nebenzia.
"Si hubiera un acuerdo para una renovación anual de las sanciones, el mandato del comité de expertos tendría sentido", dijo, denunciando la negativa de Estados Unidos y sus aliados a aceptar esa modificación.
- "Admisión de culpabilidad" -
En su último informe, de principios de marzo, el comité de expertos subrayó una vez más que Corea del Norte continúa "burlando las sanciones del Consejo de Seguridad", en particular al desarrollar su programa nuclear, lanzar misiles balísticos, violar las sanciones marítimas y los límites a las importaciones de petróleo.
También indicó que había comenzado a investigar "informaciones provenientes de los Estados miembros sobre el suministro por parte de Corea del Norte de armas y municiones convencionales" a otros estados, en particular a Rusia.
"Este veto no es una señal de preocupación por el pueblo norcoreano o la eficacia de las sanciones. Se trata de que Rusia obtenga la libertad de violar las sanciones en busca de armas para utilizarlas contra Ucrania", denunció la embajadora británica Barbara Woodward.
Este veto "es en realidad una admisión de culpabilidad. Moscú ya no oculta su cooperación militar con Corea del Norte (...) así como el uso de armas norcoreanas en la guerra contra Ucrania", comentó el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba.
"No puede haber ninguna justificación para la desaparición de los guardianes del régimen de sanciones", criticó el embajador surcoreano, Joonkook Hwang. "Es como destruir las cámaras de vigilancia para evitar ser sorprendidos con las manos en la masa".
China, aunque se abstuvo, apoyó las demandas rusas de una reevaluación de las sanciones.
"Las sanciones no deben ser inamovibles ni ilimitadas", afirmó el embajador adjunto ante la ONU de Pekín, Geng Shuang, señalando que esas medidas habían "exacerbado las tensiones" en la península y tenido un impacto "negativo" en la situación humanitaria.
G.Murray--MP