Revocatorio contra concejala transgénero expone batalla entre liberales y conservadores en EEUU
Raúl Ureña arrasó en las elecciones municipales de una pequeña ciudad fronteriza de Estados Unidos a los 23 años, cuando miles de personas lo veían como un necesario viento de cambio en la empobrecida comunidad. Pero cuando llegó al Cabildo de vestido y tacones, muchos se sintieron estafados y ahora buscan revocarla.
Quien fuera la primera alcaldesa transgénero de Caléxico se juega en un referendo el próximo martes 16 su actual posición como concejala de esta ciudad californiana de 38.000 habitantes a los pies de la frontera con México.
Sus detractores afirman que la política, hoy de 26 años, los defraudó.
Ella se dice víctima de una lucha generacional por poder, aderezada con discriminación.
La disputa ejemplifica la batalla entre progresistas y conservadores que polariza a la sociedad estadounidense, que se encamina fracturada hacia una nueva elección presidencial en noviembre.
"Están tratando de derrocar al movimiento progresista en Caléxico", dijo a la AFP Ureña sobre sus detractores.
La economista (Ureña prefiere usar el pronombre ella) llegó al Cabildo en 2020 para completar el mandato de un concejal condenado por corrupción. Fue reelecta para un período de cuatro años en 2022 junto a Gilberto Manzanarez, otro joven político cuya cabeza también está en juego en el referendo.
La página de Facebook de la campaña a favor del referendo destaca que la iniciativa "no se enfocará en las preferencias personales o sexuales de alguien", e insta a los usuarios a abstenerse de comentar al respecto.
Algunos de sus electores, en tanto, sostienen que el problema es la desconexión que ven entre sus propuestas y las necesidades de la ciudad.
"Voté por él porque dije: 'Es un joven que parece tener buenas ideas para mi ciudad. Sería un buen cambio'", recuerda Ángela Moreno, una jubilada de 62 años.
"Pero cuando puse atención a lo que estaba haciendo, sus ideas, sus creencias, lo que era principal para él... yo no estaba en ese plan".
Moreno afirma que Ureña prioriza propuestas que no son indispensables para Caléxico, como una estación de carga para autos eléctricos o un enfoque no punitivo contra las drogas. "Y yo no voté por eso", explica.
Para Manzanarez, sin embargo, el revocatorio se sustenta en "una lucha de poder entre la vieja guardia y los jóvenes candidatos progresistas".
"Cuando una persona fue electa hace cuatro meses y ya va a ser revocada, no es sobre los problemas (...) Es sobre poder político".
- "Campaña de transfobia" -
Caléxico se extiende, literalmente, al lado del muro que divide a Estados Unidos y México. Y vive del comercio fronterizo, por lo que fue duramente impactada durante la pandemia.
Su población es mayoritariamente latina y católica. Vota demócrata pero es conservadora.
Además, buena parte es de la tercera edad, cuenta su alcaldesa, Gloria Romo, aliada de Ureña y Manzanarez en el concejo municipal. Los jóvenes, explica, se van por falta de oportunidades educativas y son pocos los que, como Ureña, regresan.
El año pasado, Ureña asumió como alcaldesa, un puesto que se rotan anualmente los miembros del Cabildo. Pero enseguida fue notificada que un grupo de la comunidad buscaría un revocatorio en su contra.
La concejala recibió la iniciativa como una "campaña de transfobia", y niega que su transición fuese secreta: "Se están burlando de mi identidad de género desde 2020".
"Lamentablemente hay grupos muy extremistas que no les ha parecido que una persona transgénero tome posesión de una posición tan importante, como es un regidor o un alcalde", coincide Romo.
El exalcalde de Caléxico, Alex Perrone, sostiene que algunos electores se sintieron timados con su transición.
"En la campaña usaba pantalones y camisas. Después de que fue electo, comenzó a usar vestidos, así que engañó a la gente. Ellos pensaban que votaban por una persona, pero votaban por otra", sostiene.
Pero niega que ese sea el punto central del referendo.
- "Política divisiva" -
Perrone, quien colgó una placa a favor del referendo en su casa que da frente al Cabildo, sostiene que Ureña no tiene la experiencia necesaria para el cargo, y que aunque acusa a sus detractores de odio, "su política ha sido muy destructiva y divisiva".
"Si vas a una reunión del Cabildo y dices algo que es contrario a sus creencias, a su agenda, eres su enemigo", explica.
Y es este clima de división en lo único que todos coinciden.
"Me preocupa muchísimo ver en la calle mucha división", dice la alcaldesa Romo, contra quien también avanza un intento de revocatorio.
"Los revocatorios tienden a atrincherar aún más a las personas en sus posiciones", agrega Manzanarez, quien lamenta que la polarización paralice la acción política.
"Ni la aprobación del jefe de policía fue unánime, lo que me dice que este Cabildo está tan dividido y fracturado como la comunidad".
C.Maier--MP