Polémica por la suspensión de una reunión de líderes de la ultraderecha europea en Bruselas
Las autoridades de la ciudad de Bruselas ordenaron este martes suspender una conferencia de dirigentes de la extrema derecha nacionalista europea, provocando críticas de varios jefes de gobierno que denunciaron un cercenamiento de la libertad de expresión.
"La autonomía municipal es un pilar de nuestra democracia pero nunca puede estar por encima de la Constitución de Bélgica, que garantiza la libertad de expresión y las reuniones pacíficas desde 1830", afirmó el primer ministro belga, Alexander De Croo.
"Prohibir reuniones políticas es inconstitucional", reforzó el mandatario liberal, que juzgó "inaceptable" la suspensión del evento, ordenada por el alcalde socialista de la comuna bruselense de Saint-Josse, Emir Kir.
El primer ministro conservador británico Rishi Sunak consideró "sumamente preocupante" la interrupción la conferencia, que se había inaugurado por la mañana, con la presencia de Nigel Farage, exeurodiputado británico e impulsor del Brexit.
Sunak "es un firme partidario de la libertad de expresión y cree que esta es fundamental en cualquier democracia", subrayó su portavoz.
El evento, titulado NatCon (Conservadurismo Nacionalista), fue convocado en Bruselas, sede del Ejecutivo de la Unión Europea, por centros de reflexión alineados con la ultraderecha, con movimientos nacionalistas y con grupos contrarios a la UE.
Grupos antifascistas belgas se movilizaron durante la jornada frente a la sala de reuniones para protestar contra ese encuentro.
La policía de la región administrativa de Saint-Josse confirmó que había recibido la orden de Emir Kir, de notificar a los organizadores la suspensión inmediata de la reunión.
Kir explicó en Facebook que había ordenado la medida "para garantizar la seguridad pública" y agregó que "la extrema derecha no es bienvenida" en la localidad.
En su discurso del martes, Nigel Farage abogó por "el retorno del Estado Nación".
El controvertido excandidato presidencial ultraderechista francés Éric Zemmour debía participar de la sesión vespertina, pero al llegar al lugar se le prohibió la entrada y tuvo que retirarse.
- La policía bloquea el acceso -
Agentes de policía se presentaron en la sede de la conferencia para ordenar el fin de las actividades, pero los organizadores exigieron recibir la notificación en el estrado reservado a los oradores.
Ante esa exigencia, la policía se limitó a instalarse frente a las puertas de acceso con la orden de impedir el ingreso de más personas al recinto, constataron periodistas de AFP.
"Estamos tomando todas las medidas necesarias para garantizar que no se altere el orden público", afirmó la portavoz de la policía en esa zona de Bruselas, Audrey Dereymaeker.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, que figuraba en la lista de oradores del miércoles, afirmó que la policía belga "ya no puede soportar la libertad de expresión".
"La última vez que quisieron silenciarme con la policía fue cuando los comunistas me atacaron en 1988. ¡No nos rendimos entonces y tampoco lo haremos esta vez!", agregó Orban en la red social X.
Zemmour calificó a Kir como un "socialista (...) próximo de islamistas turcos que utiliza a la policía como una milicia privada".
"Si hay algo que me hace pensar que fue correcto abandonar la ideología de la Unión Europea, es esto que ha ocurrido hoy en Bruselas", que se llevó a cabo "en el viejo estilo comunista", dijo por su lado Nigel Farage.
Los organizadores de la conferencia se vieron forzados a cambiar de sede en dos oportunidades desde el viernes, después de que un centro de convenciones cancelara la reserva.
Lo mismo decidió el lunes en la noche un hotel del centro de Bruselas, donde la organización del evento había convocado de urgencia a los interesados.
H.Erikson--MP