Viejas pero recicladas: teorías de la conspiración resurgen en EEUU antes de elecciones
Migrantes reclutados para votar, vacunas nocivas, tráfico de niños en una pizzería: viejas teorías conspirativas están resurgiendo recicladas en Estados Unidos y atraen a los votantes más fanatizados a medida que se acercan las elecciones de noviembre.
Estos "zombis" de la desinformación, que circulan pese a que ya fueron desmentidos una y otra vez por verificadores profesionales, tienen según los expertos el potencial para influir sobre los votantes, que el próximo noviembre volverán a tener que decidir entre Joe Biden y Donald Trump, en un contexto de fuerte polarización política.
Sobre todo aquellas que proliferan en las redes sociales que han limitado la moderación de contenidos, ya sea en nombre de la libertad de expresión que predica Elon Musk en X (exTwitter) o en función de una reducción de costos.
"Este tipo de desinformación se repite tan a menudo que se convierte en palabra santa para quienes creen en ella", dijo a la AFP Mike Rothschild, especialista en teorías de la conspiración.
"Los mismos temas se reciclan una y otra vez, y funcionan porque siempre van a ser atractivos para cierto tipo de personas" en un ambiente polarizado, añadió.
Estos asuntos incluyen el relato -inspirado en datos reales de la entrada masiva de migrantes por la frontera de Estados Unidos con México- de que el partido Demócrata está reclutando migrantes para que Biden gane la elección.
Entre quienes ayudan a diseminar esta desinformación está el propio Musk, quien dijo antes de las primarias este año que al acoger migrantes ilegales el gobierno estaba "importando votantes".
El equipo de verificación digital de la AFP desmontó esta narrativa, señalando que los migrantes que son acogidos de forma temporal pasan por chequeos de antecedentes y no tienen acceso directo a la ciudadanía ni derecho a votar.
Pero aún así esta teoría -que recicla viejas narrativas de Trump y otros políticos conservadores que demonizan a los migrantes- sigue circulando y generando centenares de publicaciones y comentarios en diversas plataformas.
- Antivacunas y "Pizzagate" -
Otra teoría de la conspiración que se ha fortalecido desde la pandemia de covid-19 es la de que las vacunas son nocivas e ineficaces, a pesar de que esto ha sido desmentido una y otra vez por la ciencia.
La campaña contra los inmunizantes ganó un nuevo impulso con la campaña anti-vacunas del candidato independiente Robert Kennedy Junior, sobrino del asesinado expresidente John Fitzgerald Kennedy (JFK).
Gracias en parte a la diseminación de estas mentiras recicladas, la comunidad anti-vacunas "está más fuerte que antes de la pandemia", resalta Kolina Koltai, investigadora en el grupo Bellingcat.
"RFK está ganando mucha popularidad y se postula como independiente", agregó. "Es un notorio anti-vacunas, no es poca cosa".
Para los analistas, la creciente desconfianza en las instituciones favorece la propagación de estos contenidos "zombi". Otro ejemplo es el "Pizzagate": una teoría que asocia una pizzería de Washington a una red clandestina de tráfico sexual de menores en la que participarían autoridades demócratas de alto rango.
Esta teoría, que fue completamente descartada ya en 2016, mutó hasta convertirse en una nebulosa llamada QAnon, movimiento conspiracionista que ganó popularidad en las elecciones de 2020 y cuyas ideas circulan en boca de los internautas, incluido Musk.
- "Sesgo de confirmación" -
Los relatos falsos que tocan los miedos más profundos de la gente siempre son más poderosos que las historias que los desmienten, apuntan los expertos.
"Desmentir esas alegaciones tiene un impacto relativamente bajo, ya que los individuos y las instituciones que las desmienten son, a los ojos de quienes creen estas mentiras, parte de ese sistema que ellos consideran 'corrupto'", explica Mert Bayar, de la Universidad de Washington, especialista en la materia.
Afirmaciones infundadas de que Trump perdió la elección de 2020 porque hubo fraude todavía circulan en la web, a pesar de que fueron ampliamente refutadas por verificadores de información, autoridades y auditorías.
Quienes propagan informaciones falsas no lo hacen sólo por motivos políticos, según analistas, sino también para obtener una recompensa financiera. El sistema de ganancias por anuncios publicitarios de X, sostienen, favorece los contenidos extremistas diseñados para generar muchas interacciones.
Además, los internautas tienden a seguir a influenciadores que refuerzan sus creencias.
"Esto suele atribuirse a un sesgo cognitivo llamado sesgo de confirmación", señala Bayar.
"Los creadores de contenido pueden tener incentivos financieros o razones personales para reciclar este tipo de relatos, pero muchos de quienes diseminan estas teorías, genuinamente creen en ellas", agrega.
Y.Ingvar--MP