Los soldados ucranianos celebran la Pascua ortodoxa en el frente
En una pequeña casa cerca del frente, cuya ubicación en el este de Ucrania es un secreto celosamente guardado, unos cuarenta soldados se reunieron el domingo para tomar un copioso desayuno con el fin de celebrar la Pascua ortodoxa.
Congregados en una cantina, donde las ventanas estaban tapadas con lonas, los hombres de la 24ª brigada motorizada se alinearon frente al capellán.
La dura luz de la bombilla iluminaba sus rostros cansados, después de más de dos años de desgarradora guerra contra las fuerzas rusas.
Tras casi una hora de oficio religioso, repleto de cantos, oraciones y bendiciones, los soldados se sentaron a desayunar pollo, puré de papas, tortas y refrescos.
"En el contexto del trabajo militar diario, esto es un alivio espiritual, un impulso espiritual. También te da mucha fuerza. Para mantener la moral alta, para seguir luchando contra el enemigo", explicó Igor Kotsko, soldado de 49 años.
El capellán militar Rostyslav Osushan, de 39 años, acompañó a los soldados durante el desayuno.
"En la guerra, la vida y la muerte están tan cerca", dijo. "Y sin embargo, hay que ver y sentir la fuerza interior, que sólo se obtiene del espíritu".
A la pregunta de qué es lo que más necesitan los soldados, que enfrentan los recientes avances de Rusia en el frente debido a la escasez de armas y municiones, el clérigo respondió "armas y a Dios".
"Necesitas munición, buenas armas, y también necesitas tener una fuerte resiliencia interior", añadió. "Es psicología, y también necesitas tener poder espiritual. Así que necesitas ambas cosas".
- "Más muerte que Dios" -
Unos kilómetros al sur, un pequeño pueblo cerca de la línea de frente sirve de base para la 59ª brigada mecanizada.
En esta ocasión, fue un capellán visitante el que acudió a celebrar la Pascua con los soldados de la unidad, que se reunieron frente a una casa.
"Es una ocasión para que mis muchachos se relajen, los que están aquí. Porque tanto si estás en las trincheras como aquí, tienes que hacer tu trabajo en todo momento", explicó Mykola Panyshenko, comandante del grupo de 45 años que no participó en las celebraciones.
"Si hubiera mucho de Dios aquí, no habría tantas muertes. Y aquí hay muchas muertes. Hay mucho dolor y sufrimiento", declaró.
"Entiendo que Dios protege a Ucrania, porque Ucrania sigue resistiendo. El mundo entero está ayudando a Ucrania. Pero aquí, en el frente, en estas trincheras, sin duda hay mucha más muerte que Dios", añadió Panyshenko.
En el horizonte, columnas de humo oscuro se elevaban en el cielo azul, mientras el estruendo de la artillería y las fuertes explosiones resonaban, no muy lejos.
B.Fuchs--MP