El independentismo busca una "remontada" para mantenerse en el poder en Cataluña
Los partidos independentistas catalanes buscan movilizar a su electorado para los comicios del domingo, en los que compiten contra los socialistas del presidente del gobierno Pedro Sánchez por el poder en esta región, escenario de un intento fallido de secesión en 2017.
"Esta remontada que estamos haciendo" en los sondeos "ya en sí es una señal de victoria", aseguró Carles Puigdemont, líder del gobierno secesionista en 2017, y que ahora opta de nuevo a presidir esta región del noreste de España.
La irrupción en la campaña de Puigdemont, quien lleva seis años y medio en el extranjero para escapar de la justicia española, revitalizó a su formación, Junts per Catalunya (Juntos por Cataluña), segunda en las encuestas, por detrás de Salvador Illa, el candidato del Partido Socialista.
Este sprint que le permite superar a Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) -sus íntimos competidores en el campo separatista, y el partido del actual presidente regional, Pere Aragonès-, no garantiza sin embargo que el independentismo, lastrado por las divisiones internas, consiga reeditar el domingo una mayoría absoluta.
En las últimas elecciones regionales, celebradas en febrero de 2021, el bloque secesionista sumó 74 de los 135 escaños del Parlamento regional, haciendo estéril la victoria en votos de Illa, que había logrado 33.
Pero en las últimas legislativas españolas del 23 de julio, los socialistas ganaron fuerza en Cataluña frente a un marcado descenso separatista, especialmente de ERC.
"Hay gente que están un poco decepcionados (...), y eso es un problema", opinaba Lourdes Escalfet, una simpatizante de Junts de 71 años mientras aguardaba para entrar en un mitin de Puigdemont en Argelès-sur-Mer, en el sur de Francia.
Portando una bandera con la imagen del candidato de Junts, que todavía no puede cruzar la frontera porque se expone a ser detenido, esta jubilada confiaba, sin embargo, en el tirón de Puigdemont para movilizar a los indecisos.
- ¿Regreso triunfal? -
A pocas semanas de que el Parlamento español apruebe una ley de amnistía para los separatistas implicados en los hechos de 2017, Puigdemont, de 61 años, sueña con un regreso triunfal a Cataluña reconvertido en presidente regional. Si no lo consigue, ya anunció que dejará la política local.
Pero la suma independentista podría complicarse aún más en caso de que la emergente formación secesionista Alianza Catalana, de extrema derecha, obtenga representación, como indican algunos sondeos. Y es que el resto de partidos secesionistas aseguraron no querer pactar con ellos.
Tampoco el horizonte se presenta despejado para los socialistas. Con las encuestas dándoles alrededor de una cuarentena de diputados, la candidatura de Illa también debería encontrar aliados para alcanzar los 68 escaños de la mayoría absoluta.
Exministro de Sanidad durante la pandemia, este socialista de 58 años y talante conciliador apura su campaña en esta región de alrededor de ocho millones de habitantes tratando de mostrarse como una alternativa sólida de gobierno para abrir una "nueva etapa después de diez años perdidos".
"Con un presidente socialista en Moncloa [sede del gobierno español, ndlr], y otro presidente socialista en el Palau de la Generalitat de Cataluña, Cataluña y España van a ser imparables", arengó este jueves en un mitin Pedro Sánchez, quien volverá a acompañar a Illa este viernes en el acto de cierre en Barcelona.
- Mucho en juego -
Muy presente en la campaña catalana, Sánchez también se juega mucho en estas elecciones.
Unos resultados contundentes en esta región clave le permitirían relanzar el nuevo mandato que inició en noviembre, complicado por la dura oposición de la derecha y por la apertura de una investigación judicial contra su esposa, tras la que llegó a plantearse dimitir hace dos semanas.
Igualmente, supondrían un espaldarazo a la estrategia de distensión por la que apostó desde su llegada a la presidencia del gobierno español en 2018, y que le llevó a aprobar medidas como el indulto a los dirigentes separatistas condenados a prisión.
La última ha sido impulsar la polémica ley de amnistía para los independentistas, a cambio del apoyo de los partidos catalanes para conseguir su nuevo mandato a finales del año pasado.
Estos movimientos le han valido críticas muy contundentes de la derecha y la extrema derecha, que le acusan de haberse convertido en un "rehén" de los separatistas, que apoyan a su gobierno en minoría en el Parlamento español, solo para mantenerse en el poder.
Y.Hube--MP