Lituania celebra elecciones presidenciales con un ojo en Moscú
Lituania celebra el domingo unas elecciones presidenciales dominadas por la potencial amenaza de Rusia, un tema de consenso entre los candidatos favorables a aumentar el presupuesto de defensa de este país miembro de la Unión Europea y de la OTAN.
Esta nación báltica de 2,8 millones de habitantes teme ser el próximo objetivo de Rusia, si su ejército gana la guerra contra Ucrania, iniciada en febrero de 2022.
Los tres principales candidatos en los comicios comulgan en cuestiones de defensa, pero presentan visiones divergentes sobre asuntos sociales y sobre las relaciones de Lituania con China, envenenadas en los últimos años por Taiwán.
"La idea que tiene Lituania de la amenaza rusa es unánime e indiscutible, y los principales candidatos coinciden en ella", resume Linas Kojala, director del Centro de Estudios sobre Europa Oriental de Vilna.
Los resultados de los comicios deben conocerse el domingo y probablemente impliquen una segunda vuelta el 26 de mayo dado que ninguno de los candidatos parece en condiciones de hacerse con una mayoría absoluta.
Los sondeos otorgan al presidente saliente Gitanas Nauseda, un exbanquero de 59 años, una cómoda ventaja frente a los otros siete candidatos, entre ellos la primera ministra Ingrida Simonyte y el conocido abogado Ignas Vegele.
En Lituania, el presidente se encarga de la política de defensa y de las relaciones exteriores y acude a las cumbres de la OTAN y la UE, aunque debe consultar con el gobierno y el parlamento el nombramiento de los principales altos cargos.
Esta antigua república soviética es uno de los principales donantes a Ucrania y presenta un alto gasto en defensa, con un presupuesto militar equivalente al 2,75% del PIB que el gobierno de Simonyte quiere elevar hasta el 3%.
- Dos viejos conocidos -
La primera ministra de 49 años, derrotada por Nauseda en las presidenciales de 2019, es conservadora a nivel fiscal y liberal en cuestiones sociales, apoyando por ejemplo las uniones entre personas del mismo sexo en un país predominantemente católico.
"Simonyte está respaldada por los votantes del partido conservador y la gente liberal, mientras que Nauseda es un candidato de la izquierda en cuestiones de política económica y social", dijo Ramunas Vilpsauskas, analista de la Universidad de Vilna, a la AFP.
De su parte, Vegele, un abogado de 48 años que ganó popularidad pronunciándose contra la vacunación obligatoria durante la pandemia, se presenta como un alternativa a los políticos establecidos.
Las complicadas relaciones entre Nauseda y los conservadores de Simonyte en el poder han desembocado en debates sobre política exterior, especialmente en lo referente a China.
Las relaciones con Pekín se tensaron en 2021, cuando Vilna permitió a la isla de gobierno autónomo abrir una embajada de facto con el nombre de Taiwán en vez de Taipéi, usado habitualmente para evitar choques con China.
El gigante asiático, que considera esta isla como parte de su territorio y se opone a cualquier gesto que puedan usar sus autoridades para ganar legitimidad internacional, degradó sus relaciones diplomáticas con Vilna y bloqueó sus exportaciones.
Durante la campaña, Nauseda subrayó "la necesidad de cambiar el nombre de la oficina de representación" de Taiwán, a lo que Simonyte se opone.
A.Kenny--MP