Países del oeste de África se reúnen para decidir posibles sanciones a la junta de Burkina Faso
Los dirigentes de los países del oeste de África se reunieron el viernes para establecer posibles sanciones contra la junta militar de Burkina Faso que llegó al poder tras un golpe de Estado el lunes y ha pedido a sus socios colaborar con ella.
Los países miembros de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) condenaron con firmeza el alzamiento y, en la cumbre, probablemente suspenderán como mínimo a Burkina Faso de las instancias de la organización.
Y como lo hizo con Malí y Guinea, donde los militares también tomaron el poder, la CEDEAO podría imponer sanciones a la junta burkinesa.
En su primer discurso tras su llegada al poder, el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba dijo el jueves por la noche en la televisión nacional que su país "necesitaba más que nunca a sus socios".
El militar, aunque dijo comprender las "dudas legítimas" suscitadas por el golpe de Estado, aseguró que Burkina Faso "continuará respetando sus compromisos internacionales, sobre todo en lo que concierne el respeto de los derechos humanos". La independencia de la justicia estará "garantizada", añadió.
Damiba se comprometió al regreso de una situación "constitucional normal" cuando "se den las condiciones".
La población reprochaba al presidente derrocado, Roch March Christian Kaboré, no haber logrado frenar el deterioro de la seguridad en el país desde 2015, sobre todo en el norte y el este.
Siguiendo la estela de Malí y Níger, Burkina Faso está sumida en una espiral de violencia atribuida a grupos armados yihadistas, afiliados a Al Qaida y al grupo Estado Islámico, que han causado más de 2.000 muertos y obligado a huir a al menos 1,5 millones de personas.
Por el momento, Kaboré está en arresto domiciliario, se encuentra bien, según varias fuentes, y dispone de un médico. El jueves por la noche, el jefe de la junta no pronunció su nombre.
R.Schmidt--MP