

Los apaños de una pastelera para sustituir los huevos a precio de oro en EEUU
La pastelera estadounidense Annie Clemmons se devana los sesos para sustituir los huevos en sus recetas desde que este ingrediente básico se convirtió en "un lujo" debido a los estragos de la gripe aviar.
"¡No sabrá a garbanzos!", promete la empresaria autónoma mientras vierte aquafaba, el agua utilizada para cocer legumbres, en el bol de su batidora eléctrica.
Un cliente le encargó una pavlova de frutos rojos, un postre a base de merengue.
En vez de batir claras a punto de nieve como en la receta tradicional utiliza una alternativa bien conocida por los veganos y los intolerantes al huevo.
"Se tarda un poco más (...) pero no hay diferencia de color ni de sabor", explica mientras comprueba la textura del merengue.
Para la crema pastelera, utiliza maicena como espesante.
"Estará rica, pero el resultado no será tan cremoso como con yema de huevo", comenta. Le añade una cucharada de cardamomo para realzar el sabor.
El creciente número de brotes de gripe aviar en las granjas avícolas estadounidenses ha convertido los huevos en un bien escaso y caro.
Annie Clemmons ha buscado formas de sustituir "este ingrediente tan fundamental" en pastelería.
Muestra los 20 huevos que aún tiene en reserva: "Son como oro". "Nunca me hubiera imaginado que se convertirían en un producto de lujo", declara.
Calcula que el huevo que le costaba unos 8 céntimos hace dos años ahora vale "45 céntimos".
Esta pastelera de 51 años montó su negocio en 2020, durante la pandemia de covid-19, al quedarse sin trabajo en el sector de la hostelería.
"Me di cuenta de que al menos podía repartir a mis vecinos", recuerda. Así fue como puso en marcha su pequeño negocio de reparto de bollería por encargo o por suscripción, Chapman's DC, en la zona de Washington.
Ahora "tengo que pensármelo dos veces antes de utilizar un huevo", explica. "Por suerte hay sustitutos, pero tengo muchas ganas de volver a utilizar huevos sin restricciones".
- "Demanda al ralentí" -
La Casa Blanca aseguró esta semana que los precios mayoristas de los huevos estándar han caído "por tercera semana consecutiva".
Según el Departamento de Agricultura, esto es consecuencia tanto de la escasa demanda frente a los altos precios como de un respiro de la epidemia de gripe aviar, que hasta ahora ha obligado a sacrificar a más de 30 millones de gallinas ponedoras.
"Sin embargo, estas reducciones de precios aún no se han materializado en los estantes", subrayó el ministerio.
Según un índice oficial, los precios del huevo continuaron aumentando en febrero, un 12,5% mes a mes y un 58,8% interanual.
El presidente Donald Trump prometió que los precios de los alimentos bajarían al día siguiente de su regreso al cargo pero a Annie Clemmons se le agota la paciencia. "No veo el final" de esta crisis, dice.
"Echo de menos hacer brioches, flanes, ciertos helados". Se niega a hacerlos sin huevo.
Esta madre soltera se siente orgullosa de que los clientes confíen en ella para las nuevas recetas que les propone con el fin de mantenerse a flote.
Pero nota una "demanda al ralentí" con los recortes presupuestarios y los despidos masivos del nuevo gobierno.
"Muchos de mis vecinos se quedaron sin trabajo. (...) Es evidente que la gente presta más atención a sus gastos", explica.
"¿Qué pasaría si además hubiera nuevos aranceles al azúcar?", reflexiona. Entonces se quedaría sin trucos y se vería obligada a aceptar un nuevo trabajo "a tiempo parcial, o incluso a tiempo completo".
R.Schmidt--MP